"Parecía su actual residencia, su actual estudio, eran las mismas dimensiones, espacios y cosas, sin embargo, la iluminación era mínima, como si se tratara de un día de tormenta, o un atardecer atroz.
Salió de la habitación y observó con detenimiento a su alrededor, parecía estar completamente solo, caminó un poco más y pudo sentir un escalofriante frío que recorrió su cuerpo e inundó su espacio, siendo un desconsolado llanto lo que lo hizo voltear drásticamente al escuchar que provenía de su hijo.
William estaba al centro de la sala, tenía sus piernas abrazadas mientras sus ojos no dejaban de derramar lágrimas e hipaba sin control alguno al lado de Lizzie, sentada e intentando abrazarlo para calmarlo, aunque ambos compartieran ese estado de desconsuelo.
Preocupado por sus semblantes, Tom se acercó rápidamente a ambos, pero su acto fue inútil, pues se detuvo en seco al escuchar como Oliver hablaba a sus espaldas.
-No te les acerques - espetó con frialdad el chico mientras caminaba hacia sus hermanos y se interponía entre ellos y el inglés - ¿Cómo puedes estar tan tranquilo después de lo que has hecho?
-¿Q-qué? - balbuceó Tom - Oliver ¿Qué pasa?
-Ella se fue - masculló el chico - Mamá se fue por tu culpa.
Tom sintió un gran estrago amargo, un enorme nudo en la garganta que le impedía formar palabra alguna, no entendía lo que acaba de escuchar, no había forma de que eso fuera cierto, y que encima pareciera que su hijo lo odiara a ese grado, además de que sus otros dos pequeños, ni siquiera tenían la intención de mirarlo.
-¿Oliver de que estas hablando? Tu madre jamás haría algo así, ella jamás nos dejaría.
William dejó escapar otro desconsolado llanto y gritó hacia su padre - ¡Mamá no está!
Lizzie se removió del piso junto a su pequeño hermano y miró con furia al hombre - No pienso estar sin ella, te ha dejado a ti, no a nosotros.
Con rapidez la chica tomó la pequeña mano de su hermano y corrió al piso de arriba seguida de su mellizo, Tom apenas pudo seguirlos, pues Oliver se adelantó a cubrirlos e interponerse nuevamente entre el hombre y sus hermanos.
-Se ha llevado todas sus cosas - susurró el mellizo con tristeza, acto seguido pareció alcanzar a sus hermanos y perderse al fondo del pasillo.
Una irreconocible desesperación inundó a Tom, no entendía lo que pasaba, su mente estaba dispersa, sus ideas no conectaban, no podía ser cierto, no podía... Corrió directo a su habitación, necesitaba verla, necesitaba saber que su esposa estaba ahí, pero su urgencia fue en vano, la señora Hiddleston no estaba por ningún lado, no había rastro alguno de sus cosas, el armario estaba vacío, las cajoneras no tenían más sus pertenencias, su aroma y esencia no estaba más, parecía haberse marchado por completo, dejando un desgarrador sentimiento en el hombre que la buscaba y que nuevamente intentaba mirar hacia todos lados para corroborar su ausencia.
La desesperación lo hizo buscar por toda la casa, pero esta seguía exactamente igual, en silencio y sin una señal de presencia de absolutamente nadie, caminó hasta llegar a las habitaciones de sus hijos, pero esta vez ya no logró encontrarlos, la fría residencia estaba completamente vacía, sola, abandonada..."
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La Decisión es Nuestra
Fanfiction"Un amor sin lealtad no es nada" Versión alterna/secuela de "Mi decisión final eres tú" Enfrentar las consecuencias de una verdad oculta por tantos años puede ser complejo o favorable, todo depende desde que perspectiva lo veas, cómo adulto, cómo am...