Juego de emociones

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ADVERTENCIA:
Este capítulo tiene escenas +18 lean bajo su responsabilidad.

XueYang creyó ver algo en los ojos del príncipe que estaban tan fríos como nunca antes los había visto.

Wangji sonrió a los dos prisioneros que estaban frente suyo y no podía controlar la emoción que tenía de hacerles pagar por lo que habían hecho, justo después de que Xueyan accediera a la información de los antecedentes de Wei Ying, se comunico con él mandándole todos los documentos, solo así pudo descubrir que este par de escorias humillaron y maltrataron de la peor manera a su querido A-Ying, cuando leyó esto sintió que ni la muerte era apropiada para ellos. ¿Cómo se atrevieron a tanto?. Por ende no puede dejar que mueran tan fácilmente hará que cada castigo que reciban sea mil veces peor que el que sufrió Wei Ying.

-Azotalos 100 veces -.

XueYang tembló un poco ante las palabras del príncipe, 100 azotes en los labios del príncipe quiere decir que los deje al borde de la muerte, el material para hacerlo consta de una doble correa con piedras y objetos filosos incrustados en ella.
Uno puede imaginarse cuan doloroso es eso.

-Si alteza-.

-Bien me ire, después de que cumplas con eso resuelve lo de la villa en la cual vivían y en cuanto a los dos niños pequeños... solo encierralos en un lugar hasta que te de nuevas ordenes, sin embargo no lastimes a ninguno de ellos. Iré a ver como esta él-.

Después de dar algunas órdenes, Wangji abandono el palacio y fue a sus aposentos.
Entro al cuarto y la sensación de calidez lo envolvió completamente, especialmente porque en su cama había una suave respiración constante, su pequeño Wei Ying tenía las mejillas sonrojadas y se veía tan adorable.
Es bueno verlo crecer y cuidar de él, no habrá más dolor para ti mi querido Wei Ying.

El príncipe tomo la mano del niño la beso suavemente y luego salió, las criadas prepararon rápidamente el baño del príncipe y sus ropas, luego de relajarse se acercó a la cama y abrazo al pequeño otra vez, y así la noche fría comenzó a volverse cálida.

En otra parte del palacio, una escena totalmente diferente se desarrollaba. En una habitación grande y lujosa dos respiraciones entre cortadas se entrelazaban, los jadeos susurrantes y eróticos se escuchaban en toda la habitación.

-ahhh ahh mm ahh, ahhh su altezaaa-.

La persona debajo apretaba fuertemente la sabana mientras su rostro estaba pegada a ella, elevo un poco su trasero mientras unas manos sujetaban y marcaban su cintura, estocada tras estocada hacían temblar su cuerpo, no podía controlar sus gemidos y disfrutaba cada intrusión que recibía su cuerpo.

-ahh mm ahh su altezaa maaas lento-.

-A-Yao vamos no puedes con esto recién empezamos-.

Xichen río y penetro más profundamente, la sensación caliente envolvía su miembro y lo succionaba como si no quisiera dejarlo ir.

A-Yao no estuvo presente durante toda la tarde y eso realmente lo molesto, a veces es bueno controlar las cosas que son suyas.

-¿Lo disfrutaste A-Yao?, disfrutaste como ese viejo te lo hacia, como te tocaba...-.

Esta vez con un poco de diversión golpeó ese punto sensible causándole olas de placer al joven que no hacia otra cosa más que llorar sin poder decir nada tras una eyaculacion.

-ahh su alteza... no, su alteza es el mejor en todo ahh-.

-Esa pequeña boca tuya siempre ha sabido decir las palabras justas-.

-Ese.. hombre no puede compararse con su alteza-.

Lan Xichen estaba muy complacido con estas palabras embistió unas cuantas veces más y dejo fluir su esperma dentro de él.

-Me ire descansa-.

-Si.... su alteza-.

El primer príncipe del imperio Lan tomó su bata y salió de la habitación de su asistente.
Un Beta tan hermoso que se incluyo al personal hace un par de meses, al principio no le dio gran importancia, más tarde se dio cuenta de que era muy capaz en lo que hacía además sus métodos eran muy compatibles con él, desde entonces lo tuvo como uno de sus amantes, la sensación de un cuerpo suave y lindo ha hecho de su vida sexual una montaña rusa de placer. Pero de hecho solo verá hasta cuando podrá ser útil.

Al día siguiente nuestro pequeño niño se levantó y se dio cuenta de que estaba envuelto en un abrazo. Miró a la persona y era el joven maestro.

¡Qué vergüenza, esta situación está volviendo a suceder!. Aunque viéndolo mejor... El joven maestro es muy guapo... sus cejas, sus labios, todo de él era hermoso además él también lo trato bien. Me pregunto si podría...

El niño tocó sus mejillas y estaban calientes, su corazón palpitaba extrañamente no sabía que era ese tipo sentimiento. ¿Acaso todavía no se recuperaba?, ¿Debería decirle al joven maestro?, no... no queria dejar a la única persona que lo trato bien, debía ser sincero con él.

El movimiento despertó de su sueño a Lan Zhan y se dio cuenta de que A-Ying ya estaba despierto, él también se levantó y tocó el cabello despeinado del otro.

-Buenos días A-Ying-.

El niño quería llorar aún más , el joven maestro era muy bueno con él. Bajo su cabeza y empezó a sollozar.

-A-Ying ¿Qué pasa?, ¿Te duele algo, te lastime al dormir?-.

Esperaba tener una hermosa mañana al despertar con la persona que quería, ahora se convirtió en un dilema a como calmar sus lágrimas.

-Joven maestro... mhm me siento extraño-.

-¿Te duele algo? ¿Debo llamar al doctor?-.

-Se siente extraño, después de ver a A-Zhan mi cara empezó a arder y mi corazón se siente extraño. ¿A-Ying esta enfermo?, A-Ying no quiere dejarlo por estar enfermo-.

En un segundo Lan Zhan paso de estar desesperado a estar en la misma posición que Wei Ying.

Es..esto, ¿Cómo puede estar bien después de escuchar eso?. A-Ying creo que nada en el mundo podría alterarme pero tú... esas palabras ¿Cómo no puedo sentirme feliz y avergonzado?. Esas palabras no deberías decirlas tan descuidamente, de lo contrario yo puedo incluso perder la cabeza por tales gestos. Mi corazón se siente muy emocionado.

-¿A-Zhan estas bien?, ¿Di..dije algo
Malo?-.

-No, no lo hiciste es solo que no estas enfermo no te preocupes no me dejaras. Pero A-Ying no hables de eso con nadie más, si te sientes de esa forma debes decírmelo, tus palabras me hicieron muy feliz-.

Wei Ying sonrió y limpio sus lágrimas con su mano.

-Esta bien, si dices que no es malo te creeré. Si te hace feliz prometo decirte cuando me encuentre en ese tipo de situación-.

¡Me lo dirá! Estoy muy contesto con eso, pero presiento que mi corazón puede morir de ternura.
Mi pequeño A-Ying está aprendiendo a como complacer a su esposo, realmente virtuoso.

Autora
Señores vi métodos de tortura y he de decir que salí un poco traumada. Reemplacen un poco de trauma por el dulce texto. ¡Alivia mi alma agobiada!.

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