No hay respuesta.
Esto es lo que menos duele.
Me duele más su ausencia
que me inunda de temor.
Todo es gris.
No hay presencia de color.
Me siento perdida en un mar
sin botes de salvavidas.
Sin embargo tú estabas ahí.
Para salvarme de ese inmenso océano
que me ahogaba cada mañana al levantarme.
Ahí estabas tú.
En cada ocaso.
En cada alba
Para salvarme de ese sufrimiento.
Estamos en medio de una tormenta.
Refúgiate en ti mismo.
Recoge todos los pedazos del pasado
esparcidos por el suelo.
Mientras, te esperaré con un paraguas
bajo un portal.
Por si decides volver.
ESTÁS LEYENDO
Reflejos del alma
RandomSumérgete en la esencia de las emociones humanas en su forma más pura. A través de estas páginas, exploraremos las sensaciones que colorean nuestra existencia. Desde la euforia del primer amor hasta la melancolía de las despedidas. Cada relato es un...