No necesitaba tinta para dejar huella.
Con la yema de su dedo índice delineaba la silueta de mis caderas hasta llegar a mi rostro, mientras su mirada penetró con la mía deslumbrando una pequeña sonrisa que dejaba marcada en sus mejillas.
Nuestras frentes se juntaron entre si hasta dejar milímetros de distancia entre nuestros labios.
La piel se me erizaba cada vez que sus dedos entrelazaban mi oscura melena atrapada en sus besos.
El mundo se congela y el corazón se me acelera.
Acurrúcate a mi lado como solíamos hacer.
Hazme recordar lo que era hacer el amor contigo,
Lo que era reír a carcajadas sin poder parar,
Lo que era delinearme dibujos estúpidos
con tinta de bolígrafo medio desgastado.
Ven y dime al oído lo mucho que me quieres
sabiendo que eso me provoca,
Sabiendo que me sonroja.
Mírame mientras lio un cigarro.
Quiero ver tus ojos brillar de nuevo
como las puestas de sol alumbran el océano.
Ven y rodéame de nuevo en tus brazos.
Eres mi hogar del que no quiero irme nunca.
Te regalaré caricias para que recuerdes que
Yo no te quiero.
Te amo.
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Reflejos del alma
RandomSumérgete en la esencia de las emociones humanas en su forma más pura. A través de estas páginas, exploraremos las sensaciones que colorean nuestra existencia. Desde la euforia del primer amor hasta la melancolía de las despedidas. Cada relato es un...
