Reflejos del alma

Cenizas

Añoro lo especial que me sentía.
Especial a través de la penumbra detrás del espejo que refleja mi vida.
Sobrevivo con la seguridad transmitida.
Me retengo en este mar de sufrimiento mientras escucho los latidos de su corazón.

Añoro la paz de estar entre sus brazos,
De sus caricias,
De su sonrisa.
De la calidez de su pecho desnudo,
De las caladas quemándome el pecho
Mientras la punta de su nariz roza la comisura de mi mejilla enrojecida.

Sigo hipnotizada bajo esos ojos verde esmeralda.
Siento armonía fingida en ellos.
No encuentro ternura.
Hallo el dolor profundo en mi pecho sin estar a milímetros de mí.
Su presencia persigue el rastro de mi valentía.

Cierro los ojos,
Disimulo.
Miro hacía otro lado y comprendo que mi amor por tí floreció antes de dejarme ir.
Justo cuando su espalda era más grande que su corazón.
Un corazón destructor lleno de balas apuntando hacia mi consciencia,
Hacia mi sensatez,
Hacia la verdadera importancia del significado del amor.

Me apuntó y no se atrevió a mirar.
Apartó la mirada ignorando que el fuego aún seguía allí.
Desprendiendo cenizas,
Quemando cada parte de mi corazón,
Cada parte de mi ser,
Acumulando cenizas.
Cenizas en las que conozco la soledad
sin lograr que las palabras salgan por sus labios.
Labios de cobardía haciéndole creer que es valentía.

Por desgracia,
Casi sin querer.
Sin darme cuenta,
Cuando me percaté de que estaba compuesto por cobardía.
Ya se había ido.