(XXII)

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Soobin fue el primero en entrar a la habitación, seguido de Kai que estaba cargando a Yeonjun. 

― ¿Dónde están esos dos? 

― Seguramente siguen dormidos. 

― No, espera ―Yeonjun se bajó de la espalda de Kai y abrió su armario―. Aquí están ―Beomgyu tenía una pequeña quemadura que estaba siendo curada por Taehyun ―No preguntaré porque Beomgyu tiene una quemadura así en el cuello, no quiero saber que hicieron. 

― ¡Yeonjun! 

― No, adios ―corrió a los brazos de Soobin, el cual estaba conteniendo la risa desde hace rato―. Soobin, necesito cloro en los ojos. 

― No te pases. 

― No vayas a decir que no es lo que parece, ya sabemos qué pasó, te conocemos Kang Taehyun. 

― Ok, sí es lo que parece. 

― Ya, pero, shh, vayan a empacar, que a diferencia de ustedes; nosotros ya lo hicimos. 

― ¿Cómo pasó eso? 

― Fue accidental, solo me dejé llevar. 

― Ya no digas más no quiero saber los detalles de su vida sexual, soy un niño ¿Saben? 

― No eres un niño, ya estás lo suficientemente grandecito. 

― No, Yeonjun, ve a empacar con Kai. 

― Ok, Kai, vamos, necesito olvidar todo esto. 

― Ustedes dos son un caso. 

― Hermano, no jodas, yo no fui el que se enamoró de un niño ―Soobin soltó una risa un tanto maliciosa―. Taehyun, protégeme. 

― Tienen suerte de que no haya sido la casa. 

― Protección de agua. 

― Lo tenías todo planeado, me sorprendes.

― Yo no soy un tonto como tú. 

― Ya ¿Usaron protección? ―Soobin quería reírse, deleitarse con el sufrimiento de su hermano y su cuñado―. ¿Quién es el tonto ahora? 

― Maldito. 

― Adios, me voy con mi NIÑO ―dijo, haciendo énfasis en la última palabra. 

― Lo voy a matar. 

― Pero tiene razón. 

― Ya, déjame dormir un rato más. 

― Como quieras, debes darte una ducha después. 

― Lo siento, otra vez. 

― Imaginate y era de las que sí queman. 

― Lo siento. 

― Taehyun, casi me matas. 

― Lo siento. 

― ¿Qué ibas a hacer si era peor? 

― Ya dije que lo siento ¿Qué más quieres? 

― Bésame, repitámoslo. 

― No, tenemos que irnos idiota. 

― Estoy seguro de que la ida puede esperar un segundo. 

― No, no puede, iré a ducharme. 

― Voy contigo. 

― No. 

― Te odio. 

― Yo sé que me amas. 

― Beomgyu, ven, necesito tu ayuda. 

― Ok, voy. 

Todo estaba listo, solo quedaba irse. 

― No podemos hacerlo sin una transformación completa, Kai, tú primero. 

― Ok ―en un parpadeo, Kai parecía haberse transformado en una sombra

― Taehyun ―El fuego lo cubrió entero, su transformación había cambiado un poco, ni él mismo sabía la razón, ahora sus ojos ardían más, su cabello humeaba y se veía un poco rizado. 

― Listo. 

― Beomgyu ―como siempre, se había elevado enseguida, su cabello estaba muy esponjoso y se veía ciertamente angelical, brillaba en un ligero tono celeste y claro, no podían faltar sus botas con suelas de metal; en su cuello un anillo que parecía hecho de nubes. 

― Yeonjun, tú de último. 

― Bueno ―la transformación de Soobin era idéntica a la de Beomgyu, solo que ahora brillaba en un tono un tanto grisáceo―. Wow. 

― Yeonjun ―el menor asintió y se transformó, su cabello tenía un encantador color rosa, sus ojos se veían más oscuros, un collar con flores de cerezo adornaba su cuello; pero en lo demás se veía exactamente igual. 

El resto fue cuestión de segundos, Yeonjun los conectó a todos y los envolvió; tenían una casa preparada, estaba todo listo. 

― ¿Todos bien? 

― Sí. 

― Perfectos. 

― No quiero abrir los ojos, pero sí. 

― Todo bien. 

― No falta nada, está perfecto, lo logré. 

― Bien hecho. 

― ¿Qué hora es? 

― Ya casi son las siete, deberíamos comer algo e ir a dormir, mañana tenemos clases. 

― Agh, pensé nunca volver a eso, pero bueno, a comer. 

A tu lado | soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora