(XXIII)

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― Ahora sí, ¿a dónde vamos? 

― A ver la grieta, pero estaremos solos, necesito hablar con alguien. 

― Y ese alguien soy yo. 

― Sí, no necesito de alguien más para calmarme, pero no está demás poder contarte como me siento, de todas formas terminarás por saberlo. 

― No lo hagas por obligación. 

― No lo hago por obligación, lo hago porque confío en ti. 

― Bien, cuéntame. 

― Espera ―llegaron a la casa Huening―. Lea noona, ya llegué. 

― Bien, pasa, Hiyyih está vigilando la grieta, puedes ir a ver, le diré que los deje solos. 

― No me avisaste que vendrían, bueno, los dejo solos. 

― Bueno, pueden pasar ―Yeonjun asintió y tomó la mano de Soobin para entrar a la habitación donde estaba la grieta. 

― Se ve igual. 

― Sí, eso es bueno, pero tengo miedo, digo, será peligroso, tu vida y la mía estarán en peligro, y los chicos igual ―Soobin suspiró―. Ustedes son mi única familia, no sé que haría sin mi hermano, sin Taehyun, sin Kai, son como hermanos menores, y no sé como viviría sin ti, es decir, te amo Yeonjun, no quiero perderte ahí, no quiero verte morir ahí y que yo no pueda hacer nada. 

― ¿Por qué?, digo, estaré bien, no soy tan débil. 

― Cumplirás doce dentro de poco, es extraño decirlo, pero me alivia que el todavía tengamos unos años más. 

― Debemos preparar todo. 

― Sí, debemos. 

― No moriré, Kai, Beomgyu y Taehyun estarán bien y yo podré decir que Choi Soobin es mi novio oficialmente, ¿no te parece genial? 

― Espero que sea así, espero que todos estemos bien, espero poder decir que Jung Yeonjun es mi novio oficialmente. 

―  Está bien sentirse mal, está bien si ya no puedes más, serás el líder, pero como dijiste, somos familia, estamos aquí para ti, y aunque no lo demuestren tan bien, se preocupan por ti, así que, si te sientes mal, háblalo, no te lo guardes, no te hará bien. 

― Eres muy bueno, ¿lo sabías?, flor de cerezo, ¿puedes darme un beso?, en la mejilla niño, moriría si fuera en los labios ―Yeonjun rió, es cierto, Soobin era muy tímido y hasta un casi beso en la mejilla lo ponía nervioso, pero igual, no perdería su oportunidad de verlo balbucear incoherentes palabras. 

― Ok, bájate un poco, estás muy alto ―Soobin obedeció, poniéndose de rodillas, Yeonjun se estaba quedando pequeño, claro, después se pegaría un estirón, pero estaba muy pequeño todavía―. Acércate. 

― Me siento como si estuviera rogando por afecto ―Yeonjun unió sus labios en un fugaz beso, después dos más en las mejillas del mayor, dejándolo totalmente en shock.  

― Ay, ya lo maté. 

― Oigan, ¿qué tanto hacen? 

― Lo mató. 

― ¿Qué le hiciste? ―Soobin estaba hecho bolita en el suelo, con el rostro entre las manos y las orejas rojas, sus mejillas debían estar igual. 

― Solo fue un simple besito. 

― Me siento drogado ―Hiyyih se echó a reír, Lea contenía la risa, tratando de no poner más nervioso al menor, alguien tenía que ser bueno con él ahí. 

― Lo siento oppa, pero por favor, solo fue un beso. 

― No aguanta ni en la mejilla. 

― ¿De verdad? ―Yeonjun asintió y Hiyyih volvió a reír. 

― Ya váyanse, antes de que me ría ―una ráfaga de viento salió de Soobin, se sentía en las nubes, y bueno, un poco de su poder se disparó, aumentando el tiempo, medio año más―. No, mejor bésalo otra vez. 

― No, eso es para matarlo, nos vamos, hasta luego ―Yeonjun tomó la mano de Soobin y los llevó a casa. 

― ¿Qué pasó? 

― ¿Qué le pasó a Soobin? ―ahora el mayor del grupo estaba tirado en al suelo, mirando al techo, con una sonrisa boba en el rostro y más rojo que la nariz de Rodolfo. 

― Yeonjun. 

― Ya exagerado, levántate. 

― Habla, niño. 

― Lo besé, pero en mi defensa, él lo pidió. 

―¡Soobin! ―dijeron el resto, en un tono de reproche―. Es solo un niño. 

― Yo le dije que en la mejilla, jamás mencioné nada de tocar mis preciosos labios. 

― Yeonjun es un musa, sus labios deben ser como droga, debió sentirse como tocar el cielo con las manos ―Soobin lo miró mal―. Claro, solo para Soobin. 

― ¿Qué tiene que ver? 

― Soobin es prácticamente tu pareja, por eso, y como toda droga, podrías hacerle daño, claro, si ese fuera tu propósito, pero no pensé que lo besarías tan pronto. 

― Solo fue un roce. 

― Igual, cuenta en estos casos. 

― Pero como Yeonjun no lastimaría a Soobin, estamos bien. 

― Por cierto, tenemos medio año más. 

― Genial. 

― De nada. 

― ¿Cómo? 

― Fue por el efecto Yeonjun, Soobin desprendió una energía muy fuerte, medio año sin esfuerzo, me lo dijeron mis hermanas. 

― Ah, entonces fue eso. 

― Sí, como dije, el efecto Yeonjun ―a pesar de que Taehyun era el más inteligente del grupo, Beomgyu era el que había estudiado la biblioteca entera, claro, Taehyun también lo había hecho, pero prefirió entrenar, así fue como Beomgyu terminó siendo el maestro y Taehyun el entrenador. 

― En fin, Yeonjun tiene un helado que comer. 

― Bueno, hablando de eso, no creo que sea buena idea, mézclalo con un poco del de aquí, no podemos darle algo tan distinto así como así ―Soobin había vuelto a su seriedad habitual. 

― Sí señor. 

A tu lado | soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora