XII

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-Me sorprendió que quisieras verme. - El italiano le tendió la silla para que se sentara, Harry lo hizo, agradeció con un susurro.

-Y a mi me sorprendió que llegaras tan pronto.

-Estaba cerca. - Romanioli tomó asiento en la silla frente el rizado.

-¿Estabas cerca o estás siguiendome?

-Un poco de ambos. - Sonrió arrogante. -Estás muy cambiado desde la última vez que nos vimos.

-¿Cuanto tiempo llevas siguiendome?

-Poco realmente, es diferente mandar a alguien a hacerlo que ir y hacerlo tu mismo. ¿Hiciste ejercicio?

-Lo retomé cuando terminamos, me lo habias prohibido.

-Oh sí, claro. ¿Cómo está tu papá? ¿Tu hermana sigue trabajando en la cafetería?

-No vengo a socializar.

-¿No? - Preguntó con ironia Romanioli.

-No.

-Entonces, ¿para que querías verme?

-Tengo gente mirandonos, si intentas hacerme algun daño se acercaran y van a intervenir, dos tienen armas de fuego y uno de los que no no dudará en romperte el cuello en un solo movimiento. - Advirtió.

-Te tomaste eso de ser Harold muy enserio, ¿no? - El joven de tez aperlada rió con ironía.

-Quiero una cita con Mario Romanioli, tu padre. - Francesco borró la sonrisa arrogante de su rostro poco a poco.

-¿Quien te dijo eso?

-Sólo profundice un poco en Google y lo encontré.

-No hablo con él.

-No me creas un idiota, durante años te dió miles para que gastaras, ¿no le das las gracias a tu papi? Que mal agradecido eres. - Formó un falso puchero

-No te vengas a hacer el valiente, Harry. - Le advirtió apretando los dientes, su mandibula se notaba mas definida.

-Necesito una cita con tu padre esta semana, adviertele que sé muchas cosas, y que no intente hacerme nada, porque si a mi me llega a pasar algo, alguien más tiene la información que sé y lo sacará a la luz.

-¿Para que quieres hablar con él?

-Es algo que no te importa.

-Talves puedo ayudarte.

-No me ayudaste cuando eramos novios, ¿por qué me ayudarías ahora?

-Por los viejos tiempos.

-Consigueme la cita con tu padre, cuando la tengas llamame, ya tienes mi número.

-¿Le digo que Harold quiere hablar con él o Harry?

-Podrias decirle que Harry, el tipo con el que viviste cuatro años en Los Angeles quiere verlo.

-Oh Harry, la terapia te hizo bien. Talves puedas ser mi despedida de soltero.

-¿Quien fue el idiota que aceptó casarse contigo?

-Hace tiempo tú eras el idiota que quería casarse conmigo.

-Ya no pienso en eso.

-Conocí una chica en mi trabajo, se llama Lauren.

-Sigues en el closet, que tristeza.

-No es tan fácil salir para algunas personas.

-Espero de todo corazón que se de cuenta de la persona que eres antes de casarse contigo.

𝐌𝐈𝐑𝐑𝐎𝐑|𝐋.𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora