Maren, es la hija de Alex Danvers, que va de fiesta en fiesta, sin control, emborrachándose y teniendo constantes accidentes que se comenzaran a ver controlados por Lauren, su tía, por la cual siente una gran atracción pero tiene miedo a confesarlo...
Alex despierta en los brazos de Maggie. Maren abre los ojos y se encuentra con el tranquilo rostro de Lauren. Sonríe y deja un beso en la comisura de sus labios haciendo que la contraria sonría. El cabello como azabache de Lena se esparce en la almohada mezclándose con el de su rubia, quien está abrazada a ella por la cintura. Lilian se gira hacia la derecha encontrando los ojos de Eliza, sonríen ambas mujeres. La Danvers se acerca a los labios de su mujer y los besa delicadamente y al mismo tiempo Maren a Lauren mientras sus manos acarician el abdomen plano y bien formado de Lauren bajando hacia su pantalón del pijama escurriendo una mano por dentro de sus prendas para luego acariciar su miembro lentamente causando los jadeos de la rubia. Maren lo toma con fuerza y la otra muerde su labio inferior halando un poco. Lena se sube sobre Kara mientras esta la agarra de la cintura moviendola en círculos. Lena se muerde el labio sintiendo como la parte intima de Kara se endurece. Lilian alza la blusa de Eliza y besa su abdomen para ir bajando hasta el short y bajarlo sin dejar de besar su piel. Alex disfruta de los besos en el cuello que Maggie le proporciona mientras el miembro de la morena roza en sus piernas queriendo estar dentro. Alex la hace a un lado, se sube sobre ella, toma su pene y lo lleva a su intimidad para luego comenzar a moverse haciendo que la penetración sea lenta pero placentera. Maggie la sujeta de la cintura y se mueve al mismo ritmo que Alex mientras ambas dejan salir suspiros de placer.
- ¿Estás segura de esto? -le dice Lauren a Maren mientras sube su blusa. Maren asiente entre risas-. Pero estás embarazada y lo menos que quiero es dañarte.
- Ay Lauren, no lo harás -dice la sobrina sacándose las bragas y dejándolas a un lado para echarse sobre su miembro y comenzando a frotar su intimidad con el-. Solo quiero que me hagas tuya, nada mas. Lauren hace gestos de excitación y la sostiene de la cintura. Maren se acerca a besarla mientras se mueve sobre Lauren haciendo que su juvenil miembro entre en ella
Alex queda junto a Maggie, agitada, mientras mira al techo. Su acompañante le acaricia el abdomen y la mira. Ríen y Maggie se acerca a ella y besa tiernamente su nariz.
- Siempre me sentí tan segura contigo -lleva una mano a su mejilla y se miran-, eres mi lugar seguro, Sawyer -dice y le da un pequeño beso, el cual Maggie corresponde gustosa-. Tengo una duda -dice separándose-, ¿como tu intimidad cambio tanto? -Maggie suspira y se tumba nuevamente.
- ¿Recuerdas aquel meteorito que cayó en la Tierra hace muchos años? -dice mirándola-, bueno al entrar en nuestra atmósfera la contaminó con un polvillo el cual traía consigo un tipo de hormona alienigena que podía cambiar el cuerpo del humano que tocara.
- Vaya, es curioso... -Alex se queda pensativa-, al otro día, Kara, Lilian y Cat despertaron teniendo penes, pero no afectó a muchas personas.
- Y me cambió también a mi -suspira, Alex se inclina hacia ella y le da un besito en los labios.
- Y te dio 22 cm, que me volvieron loca en el instante en que entraron en mi -le dice cerca de sus labios. Maggie suelta una risita que es seguida por Alex.
- ¿Tienes hambre? -Maggie se mueve en la cama para luego salir de esta. Tomar su ropa interior y comenzar a vestirme. Alex la observa desde la cama y muerde sus labios.
- Mucha -baja luego de la cama, camina hacia el armario y saca ropa de Maggie. La morena se gira hacia ella y la ve sacar una camisa larga. Se la va colocando y se da la vuelta hacia su dulce Sawyer-. Te queda muy bien -sonríe mostrando esos hoyuelos que enamoran.
- Huele a ti -dice acercandosele. Maggie ríe y se va abotonando la camisa-. ¿Crees que a tu hija le moleste el hecho de que yo esté contigo? - Na, Maila entiende -suspira y se acomoda la camisa por dentro de los pantalones que aun no abrochaba
- Espero llevarme bien con ella -le hace un tierno puchero-, y creo que le gusta mi hija.
- Bueno, sería mejor no? tenerlas a ambas en mi vida, de alguna forma -le da un pico y Alex sonríe-. Vamos así preparo el desayuno.
Ambas mujeres salen de la habitación de la mano, caminando hacia las escaleras en el momento en que ven a su hija salir con un chico mientras ambos se arreglan la ropa. Alex arruga las cejas y se acerca. El chico se gira hacia ella y se queda de piedra.
- ¿Jeremiah? -dice ella totalmente seria.
- Hola madre -le dice el de la mano con Maila
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