Regresión involuntaria

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Yoongi estaba en clase cuando volvió a sentirse pequeño.

Había dejado de poner atención y hacia pequeños dibujitos en su cuaderno en vez de anotaciones. Aún no estaba completamente sumergido en su espacio de cabeza pero solo podía pensar en Hoseok y Tae, escribió con letra infantil las palabras Hope y Bear.

Sonrió al cuaderno y prosiguió a seguir dibujando. Estrellas, corazones, rayones que según él eran obras de arte.

Escuchó un ruido y pronto todas las personas a su al rededor se habían parado. Decidió que debía imitarlos aunque no sabía qué era lo que estaba sucediendo.

Guardó todo lo que había dónde estaba sentado en lo que supuso era una bolsa donde iba aquello, como cuando Jimin lo hacía guardar sus juguetes.

La llevó en manos en vez de la espalda, daba pasos muy torpes hasta que de repente tropezó con sus propios pies.

La mochila cayó esparciendo su contenido por el piso del pasillo. Dejó caer todo cuando se dio cuenta que su biberón había rodado, lo persiguió lo más rápido que pudo hasta que lo tomó.

Se puso un poco triste al ver que su chupete también había dado al suelo... Jimin lo regañaría, decía que no podía llevarse nada a la boca si había estado en el suelo.

Hizo un puchero guardando todo lo que pudo en la mochila hasta que comenzó a escuchar risas. Fue entonces que se dio cuenta que no estaba solo, varias personas lo veían de una manera mala.

Le dio miedo, más porque algunos apuntaban a él riéndose aún más fuerte ¿Qué había hecho que era gracioso...?

Comenzó a llorar de miedo.

No supo en qué momento los chicos lo habían sacado de ahí pero Yoon no podía dejar de llorar.

Estaban fuera de la escuela, lo habían sentado e intentaban que se calmara.

— Ahora... Todos... Me odian... – decía Yoongi entre sollozos.

Su mentalidad estaba jugando con él, salía y entraba de su Little Space en poco tiempo. A veces balbuceaba, a veces volvía a decir que lo odiaban o que seguirían burlándose de él.

Terminó volviendo el estómago por tantas emociones, pensaron que tal vez se desmayaría pero lo hicieron controlarse lo suficiente. No quería dar al hospital, ir al hospital significaba tener que volver a ver a sus padres. Maldición, ya quería ser mayor de edad.

Lo llevaron a casa, donde inmediatamente se encerró por completo en el cuarto. Cerró con seguro y se acostó en la cama.

Sabía que algún día podría pasar aquello pero no tan pronto. No de esa magnitud... Una persona o dos no era tanto problema pero todo el pasillo era diferente.

Se negó a abrir cuando le dijeron que la comida estaba lista, no quería comer, no lo merecía. Tampoco quería volver a caer en su Little Space, no podía ser pequeño ese día... Tal vez no debería serlo de nuevo.

Estaba confundido, sabía que no debía hacerse daño... Pero sus pensamientos eran demasiado fuertes.

No quería lastimarse, ni con cortes ni con moretones, no quería volver a preocupar a las personas aunque seguramente ya lo estaba haciendo.

Su estómago gruñó molesto, malditos 57 kilos que demandaban comida aunque no era necesaria.

No sabía que hacer... Quería que alguien le dijera que era lo siguiente... Y también quería dejar de llorar.

Decidió salir finalmente en la noche, a la entrada de la puerta estaba toda una comida... Hizo una mueca y volteó a ambos lados. Vió que en la entrada del cuarto de Jimin también había comida.

Suspiró. Sus acciones estaban afectando a alguien más. Decidió acercarse y tocó la puerta.

— Soy yo... – dijo con la esperanza de que eso ayudara a que abriera.

Y así fue, el rubio había salido con lágrimas en los ojos y sangre en los brazos. El corazón de Yoongi se hizo pequeño, lo abrazó.

— Está bien, Mimi... Estaremos bien... – lo consoló dejándolo llorar en sus brazos.

Una vez un poco más calmados tomaron la comida y se dirigieron al comedor. Comieron juntos hablando de cosas sin importancia sonriendo de vez en cuando.

Solo una vez Jimin hizo un comentario que de cierta forma le dio una respuesta a Yoongi.

— Solo... No dejes de ser pequeño, lo necesitas y yo también – admitió.

Yoongi solo asintió.

— ¿Puedo dormir contigo hoy? – preguntó, no creía poder pasar esa noche solo y salir con vida.

— No tienes porqué preguntar, Yoon – fue la después de aquel chico.

Iban a estar bien, los dos... Era solo una tonta recaída pequeña...

Baby, you're not alone 🍼 ~Finalizada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora