Secreto compartido

3K 263 23
                                    

Había ciertas cosas que Min Yoongi había aprendido de aquellos chicos.

Jimin fue golpeado repetidas veces mientras salía con Daehyun y si no fuera por los demás probablemente seguiría ahí o más bien ya no seguiría en ningún lugar.

Jin cuidaba de todos a pesar de ser el mayor solo por meses y creía que eso era una gran carga para alguien de 17 años.

Namjoon parecía irrevocablemente enamorado de Jin, aunque éste no lo notara o se hiciera el que no lo notaba. Realmente se iba con la segunda opción.

Hoseok era demasiado. Demasiado todo, parecía irradiar una luz excesivamente brillante al estar ahí y no se diga cuando hablaba o reía. También era demasiado coqueto, lograba que se sonrojara de vez en cuando.

Jungkook era el menor de todos por casi medio año, por lo que a veces lo trataban como niño y eso le daba celos. También quería ser tratado como niño.

Taehyung. No sabía que decir sobre él porque entonces tenía que admitir que estaba completo enamorado de él y cada día costaba más esconderlo.

La azotea ahora se había convertido de ellos, aunque había cosas con las que Yoongi aún no podía. Cómo por ejemplo, cuando le hablaban seguía brincando y cuando llegaban a poner alguna mano en él no podía evitar quitarla.

Seguía sin hablar de ciertas cosas con ellos aunque sabía que se daban cuenta.

— ¿Por qué siempre una manzana? – preguntó Namjoon mientras se encontraba haciendo pequeñas trenzas al cabello de Jin, quién estaba acostado en sus piernas.

— Me gusta la ironía de que en muchos lados representa la muerte – contestó viéndola pero sin comerla.

— ¿Nunca la comes? – siguió Hoseok.

— A veces le doy una mordida. Blanca Nieves – dijo sonriendo pero la puso de lado en el piso mientras se enderezaba para fumar un cigarro.

Le gustaba fumar porque lo calmaba y también porque lentamente iba muriendo.

Siempre se sentía cómodo con ellos y a veces eso no era bueno porque como ahora no pensaba que podía afectarlos.

Sin darse cuenta se había apagado el cigarro en el brazo como siempre.

— ¿No te duele? – inquirió Jungkook.

— Ya no siento nada – admitió.

— ¿Ni siquiera hambre? –

Sonrió en respuesta, no contestaría eso ahora. Aunque debía admitir que a veces su cuerpo lo traicionaba y su estómago rugía, se retorcía y dolía debido al hambre.

Lo más difícil era cuando no estaba con ellos, o sea la mayoría de las clases. Solo la última la compartía con Jungkook y Hoseok.

Mientras solo se sentía como un cadáver al que le entraban la tonta información del sistema educativo.

Pero peor había sido toparse con Daehyun sin ellos.

— Min... Por fin estás solo, pensé que te habías olvidado de mí. Demos un paseo. – dijo pasando como siempre su brazo al rededor de sus hombros.

Comenzó a temblar, debía correr, debía ir hacia aquellos chicos. Pero nuevamente no podía moverse.

Y como por arte de magia Jin había aparecido y para su sorpresa era más alto que Daehyun, se le plantó de frente con una expresión que no había visto en él.

— Creo que deberías dejarlo, Daehyun – dijo con voz calma y una mueca. Aquello daba más miedo aún.

— ¿Y a ti que te importa, Seokjin? – soltó burlonamente.

— Me temo que mucho, no puedo dejar que le hagas lo mismo a otro de mis amigos – respondió.

Pronto los demás chicos llegaron poniéndose al rededor de Jin y es que debía admitir, se veían intimidantes apesar de que Jimin se encontraba atrás de ellos también con miedo.

6 contra 3. Era obvio quien ganaba.

Por primera vez en el tiempo que había sido acosado Daehyun lo soltó no sin antes amenazarlo.

— Algún día he de encontrarte solo – susurró antes de irse.

Sintió que el aire le faltaba y su corazón se salía.

— Vamos a fuera – dijo Jin tomándolo del brazo para ayudarlo a caminar.

El ataque de pánico seguía ahí, ya lo dejaba respirar pero seguía temblando. Maldijo en voz baja.

Sabía que en estas ocasiones lo único que lo calmaría sería su chupete... Pero ¿cómo podía decirles eso?

— U-u-u-un lu-lugar... Si-sin ge-gente – fue lo único que pudo decir.

— ¡Sé dónde! – dijo de inmediato Jimin sonriendo.

Había un salón al que nadie entraba, se veía abandonado e incluso había rumores de fantasmas ahí por eso nadie se atrevía a entrar. Pero la verdad era que solo no se usaba sin razón aparente.

Una vez ahí Yoongi rebuscó entre su mochila hasta encontrar el objeto y pidió a todos los dioses que aquellos chicos no lo juzgaran demasiado.

Tomó su chupete y comenzó a succionar con ansiedad, decidió sacar su peluche también y abrazarlo.

Cerró los ojos para no ver sus reacciones.

Por favor, que no haya perdido a las únicas personas que querían estar conmigo fue su último pensamiento.

Baby, you're not alone 🍼 ~Finalizada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora