HOOFDSTUK TWAALF

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CAPITULO EDITADO

Capitulo 12

Yanil

Dos semanas después...

Han pasado una semana desde que estoy haciendo mi rutina de nuevo. Las dos cosas más importantes son que volví a la universidad y al trabajo. Mis hermanos también siguen con sus rutinas igual que mi padre.

Por otro lado, no sabía de Valentino desde que nos mudamos de nuevo a la casa. No me ha llamado o mandado algún mensaje. Me ha decepcionado un poco por pensé que el iba a luchar por mi un poco más, pero no es así.

En cuanto a mi papá, el esta mejor, trata de no esforzarte mucho como dijo el doctor. Todos los días hacemos videollamadas.

Mis pensamientos son interrumpidos al escuchar el microondas sonar, saco mi plato, me siento en la mesa comienzo a comer con tranquilidad mientras miro las noticias, debo admitir que odio que mi departamento este totalmente en silencio, no es lo mismo que estar en casa.

Extraño estar en casa, extraño a mi papá, pero no quiero quedarme estancada, necesito ser una persona independiente.

— Yanil — presto atención al llamado de compañero de trabajo

—¿Que Paso? — pregunta

— Alguien está en la recepción del edificio esperándote. Es hora de la salida también — explica y me quedo asombrada.

¿Quién será?

— Ve, Kerr. No dejes esperando a tu visita — dice burlón y se da la vuelta para irse de nuevo a su oficina.

— Muchas gracias. Me bajo inmediatamente — es lo único que digo, apago la computadora sin antes guardar los trabajos que hice este día, agarro mi cartera, me encamino hasta el ascensor, aprieto el botón y subo al instante cuando llego al piso de la recepción, observo a Valentino.

¿Qué hace aquí?

— ¿Qué haces aquí? — cuestiono con un tono serio al estar cerca de él, no le doy oportunidad para hablar ya que paso de largo y camino hasta la salida.

— Yanil, tenemos que hablar. Se que no tuve contacto contigo las dos semanas, yo...— interrumpo su oración ya que no tiene por qué darme explicaciones de lo que ocurre en su vida.

— No quiero explicaciones, no hace falta que me des. Tengo que irme, hay cosas que tengo que hacer — es lo único que digo antes de salir del edificio, siento que me persigue atrás, me agarra de la muñeca lo cual me hace mirarlo mal, me suelta al instante. Se queda pensativo.

— ¿Qué tienes que hacer en la noche? — cuestiona con interés.

Inventa una excusa, Yanil.

Observo que mi compañero de trabajo también sale del trabajo, maldigo porque me odiaré por esto.

— Tengo una cita — comento y abrazo a Bruno quien me mira con confusión

— Ayúdame en esto luego te compensaré — murmuro entre dientes y asiente con la cabeza.

— Nos vemos luego, Valentino — digo con rapidez, me doy la vuelta ya que no quiero seguir hablando con él, caminamos con Bruno hasta mi auto.

— ¿Qué fue todo eso? — pregunta con interés.

— Nada importante, gracias por ayudarme — hablo con una sonrisa y encoge los hombros.

— No es nada. Me tengo que ir, mi esposa me espera en la casa — dice con una sonrisa y asiento con la cabeza, Bruno se comienza a alejar de mí, me meto en mi auto, pongo mi cabeza sobre el volante y suspiro.

¿Por qué Valentino tuvo que aparecer de nuevo? ¿No se pudo olvidar que existo?

Escucho que alguien golpea el vidrio de mi auto y me sobresalto al instante, me golpeo con el techo del auto y me quejo de dolor, dirijo mi mirada hacia la ventana y miro que Valentino está frente mío con los brazos cruzados. Maldigo mentalmente y arranco mi auto, él se pone frente mismo del auto.

Se volvió loco

— Sal de ahí, carajo — gruño enojada.

— No hasta que pueda hablar contigo — sentencia y ruedo los ojos.

— Esperé tu llamada, tu mensaje después de la declaración que me hiciste en tu casa, Valentino. No esperaré más, quiero hacer o tener una vida. No quiero ser parte de tu mundo o el de mi padre, Valentino — acoto, se aproxima a mí.

— Lo sé. Sé que tu vida no ha sido fácil tampoco la mía lo fue, Yanil. Dame una oportunidad para enamorarte, dame una oportunidad para conquistarte — suplica.

— Lo siento, Valentino, pero no puedo. Mi vida está aquí y no contigo. No viviré una vida donde todo es peligro como te dije antes quiero una vida normal, tengo que irme — proclamo y se aleja de mi auto.

Se que es egoísta todo lo que estoy haciendo, pero también tengo que pensar en mi bienestar, no quiero estar en un mundo donde todo el tiempo tenes que ser obediente y dejar que alguien controle tu vida.

— ¿Por qué me quieres alejar? —cuestiona con un tono triste, solo me limito a ignorar esa pregunta e irme a mi casa.

Este fue un largo día, necesito descansar. 

El Rey de la Mafia (#4 P.M)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora