The Purple Blankets: A Snarry Tale (Traducción)

Capítulo 18: ¿Seguro que te acuerdas?

Dumbledore parpadeó.

Severus entrecerró los ojos.

Ambos se quedaron mirando el umbral de la puerta cuando un elfo doméstico bajito y manso entró en escena.

—¿Sr. Severus Snape, señor? —Preguntó el elfo doméstico en voz baja mientras miraba a Severus.

El rostro del elfo era de color rosa grisáceo y estaba arrugado, alrededor de su cuerpo colgaba el habitual saco que llevaban otros de su especie, y tenía las características orejas anchas y los enormes ojos saltones de su especie.

—Profesor Severus Snape —Severus corrigió al elfo en su tono bajo y dominante.

No habló con dureza, pero el elfo doméstico se estremeció como si estuviera decepcionado consigo mismo por haberse dirigido a él con un título equivocado.

En realidad, Severus no se sintió ofendido.

Los elfos domésticos de las cocinas de Hogwarts, aunque trabajaban en el colegio, tenían poco conocimiento del profesorado de la institución.

¿Qué era un profesor o un director para un elfo doméstico?

—¿Conoces a este elfo, Severus? —Preguntó Dumbledore, extrañado, mientras miraba al profesor de pociones.

—No, director, no lo conozco —Contestó Severus mientras el elfo esperaba nervioso para volver a hablar.

—L...Le pido perdón, profesor Severus Snape. Soy Darby, señor. Darby ha estado en las cocinas de Hogwarts toda su vida, señor, pero he visto el anuncio del profesor Severus Snape en el Diario El Profeta. Si puede encontrarlo en la bondad de su corazón, señor —pidió la elfa doméstica, Darby, mientras miraba entre Severus y Dumbledore —a Darby le gustaría dejar Hogwarts y trabajar para el profesor Severus Snape en su lugar—.

Severus entrecerró los ojos en señal de sospecha.

Los elfos de las casas solían ser muy leales a los que servían.

Hogwarts no maltrataba de ninguna manera ni siquiera a los miembros más bajos de su personal.

Entonces, ¿por qué una elfa cualquiera de las cocinas pretendía dejar su puesto?

—¿Eres infeliz en Hogwarts, Darby? —preguntó Dumbledore con simpatía impregnando su voz.

—¡Oh, no, señor! Darby es muy feliz en Hogwarts!...Pero...¡Pero Darby desea mucho trabajar para el profesor Severus Snape! —Exclamó el elfo doméstico.

—¿Por qué? —Preguntó Severus con el ceño fruncido y desconfiado.

—¡El anuncio del Diario El Profeta decía que el profesor Severus Snape y Harriet Potter están casados! —Exclamó Darby: —¿Es cierto, profesor Severus Snape?—.

—Lo es —Contestó Severus, incapaz de ocultar la sonrisa de satisfacción que le cruzó los labios.

—¿Y qué hay de eso?—.

—¡Darby ha oído historias de Harriet Potter toda su vida! —explicó Darby —Sería un honor servir a Harriet Potter y a su familia. Un honor del que Darby no es digna pero del que su padre estaría orgulloso si supiera que lo ha obtenido!—.

—¿Su padre? —preguntó Severus con curiosidad.

Darby se retorció las manos mientras hablaba: —El padre de Darby solía servir a una familia cruel, señor, hasta que Harriet Potter lo liberó. Los elfos domésticos no tienen mucho, señor, ni siquiera en cuanto a nombres, pero el padre de Darby era conocido por los demás como Dobby—.