Severus estaba tan preocupado por Harriet que, en cuanto aterrizó en el salón con Darby, Albus y Lily, subió las escaleras a toda prisa, dejando que el elfo doméstico y los niños le siguieran.
El aterrorizado alfa se deslizó por el pasillo en un remolino de túnicas negras onduladas.
Apresuradamente, atravesó la puerta del dormitorio que compartía con Harriet.
Severus podía oler el aroma del dolor en las hormonas que su compañera estaba liberando antes de poner los ojos en ella, pero cuando vio a su esposa retorciéndose en su nido, sus ojos oscuros se estrecharon hasta convertirse en rendijas.
—¡Se...Severus! —Harriet jadeó cuando miró y vio a su marido de pie, mirándola fijamente.
Con una gran floritura de tela ondulada, Severus se arrodilló al lado de Harriet y la miró con preocupación mientras le ponía las manos en el vientre hinchado.
—¿Qué ocurre? ¿Qué ha pasado? —Preguntó Severus urgentemente con su voz grave mientras intentaba determinar qué había ido tan mal en el embarazo de su querida.
Todo había estado bien esa mañana cuando se fue a trabajar.
Harriet parecía sentirse bien y estar de maravilla.
Los niños habían estado entusiasmados con la mudanza.
Darby había sido tan amable y servicial como de costumbre.
—Estaba haciendo las maletas y entonces... —Harriet hizo una pausa para tragar y cerrar los ojos un momento. Severus apretó la mandíbula mientras la miraba fijamente y la escuchaba gemir. —...Yo.... Empecé a tener... dolor—.
Harriet gimió y Severus presionó suavemente los dedos contra su vientre, que se estaba estrechando.
Cuando el alfa de Harriet sintió la tensión en su abdomen, sacó inmediatamente su varita y murmuró rápidamente en voz baja para convocar a la matrona.
—Estás teniendo contracciones —Concluyó Severus y Harriet gimió ante sus palabras como si se tratara de un insulto rencoroso.
—N-No...¡No puedo...es demasiado pronto! —Harriet jadeó.
—La Medi-bruja llegará en breve, mi amor —Severus la consoló en un susurro bajo: —Estoy a tu lado, no tienes que asustarte—.
Habló tranquilamente a Harriet aunque, a decir verdad, estaba tan horrorizado como su compañera.
Severus estaba tan consumido por el cuidado de su esposa y sus gemelos aún no nacidos que ni siquiera se había dado cuenta de que Darby, Albus y Lily lo habían alcanzado. El pequeño trío se paró en la puerta y miró por encima de su hombro a Harriet con el ceño fruncido de preocupación.
—¡Es demasiado pronto, Severus! —volvió a gritar Harriet mientras echaba la cabeza hacia atrás y se revolvía en el montón de mantas de chenilla.
—Cálmate —Severus dirigió a Harriet con firmeza.
Su voz seguía siendo suave y uniforme, pero su cadencia llevaba el tono suave y autoritario que sólo los alfas podían utilizar para calmar a sus omegas.
Harriet necesitaba una opinión profesional, pero fuera cual fuera la causa de su situación, Severus sabía que alterarse sólo lo empeoraría.
—Ponte de lado —ordenó Severus.
Harriet se esforzó por respirar, pero gimió e hizo lo que su marido le ordenó, con su cuidadosa ayuda.
Una vez situada, Severus se giró hacia sus hijos y Darby justo cuando la matrona aparecía en la habitación.

ESTÁS LEYENDO
The Purple Blankets: A Snarry Tale (Traducción)
FanficSeverus Snape está muy ansioso por ayudar a su omega a prepararse para su próximo celo. ¿Estará Harriet tan ansiosa como él por intentar tener otro bebé? ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Esta obra no es mía, es traducida con el permiso de Mermaid886 en Ao3