Capítulo 1

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Era una tarde nublada cuando el profesor Snape salió del castillo de Hogwarts, apenas unos minutos después de que concluyera su última clase del día.

Apareciendo directamente en el Callejón Diagon sin pensarlo dos veces, el alto alfa de pelo negro se dirigió a una de las muchas tiendas que bordeaban la concurrida calle.

—¡Bienvenido, señor! ¿Qué podemos hacer por usted hoy? —Un amable tendero saludó a Severus desde detrás del mostrador. El joven vigilaba diligentemente a los clientes que entraban por la puerta, mientras simultáneamente vigilaba a los que curioseaban por la tienda.

El habitual ceño fruncido de Severus se fijó en su rostro mientras se acercaba al mostrador con su túnica negra ondeando alrededor de sus piernas. Levantando la mano, Severus sacó un trozo de pergamino de sus bolsillos interiores y se lo entregó al tendero.

—¿Recogiendo un pedido entonces, señor? ¿Hay algo más en lo que podamos ayudarle hoy? —Preguntó el joven de pelo oscuro mientras tomaba el papel de Severus y lo leía por encima.

—El pedido será todo. Por favor, no se entretengan con cumplidos innecesarios, tengo que estar en casa. —Dijo Severus en voz baja.

Habló tan bajo que el tendero tuvo que escuchar con mucha atención para distinguir las palabras de su apresurado cliente.

—Por supuesto, señor. Volveré en un momento. —Contestó el tendero.

Mientras el tendero se daba la vuelta y desaparecía en la trastienda de productos almacenados, Severus se quedó esperando, tratando de no dejar traslucir su impaciencia.

Esperaba que el vendedor fuera eficiente.

~~•~~

—Mamá, ¿Cuándo llegará papá a casa? —Preguntó el pequeño de pelo negro mientras miraba la mirada verde de Harriet Snape.

—Tan pronto como pueda, Albus. Papá está muy ocupado hoy, ¿recuerdas? —Le dijo la omega a su pequeño mientras éste parpadeaba sus grandes ojos negros mirándola con curiosidad.

Harriet Potter había sorprendido al mundo mágico muchas veces a lo largo de su vida. Desde sobrevivir a la maldición asesina cuando era un bebé hasta derrotar a Voldemort a los diecisiete años, esas hazañas eran notables, realmente....

......Pero para mucha gente, la hazaña más sorprendente de Harriet fue aceptar a Severus Snape como su alfa, casándose con él dos años después de que terminara la segunda guerra mundial de los magos.

A Harriet y Severus no les preocupaba lo que los demás pensaran de su relación. Después de tanto dolor y muerte, acabaron trabajando juntos una vez terminada la guerra, cuando Harriet volvió a Hogwarts como ayudante de profesor. Al principio se miraban con un nuevo respeto mutuo, y a través de conversaciones nocturnas y besos suaves y robados, los viejos odios se habían convertido poco a poco en amor.

Severus nunca lo admitió, pero Harriet estaba segura de que el pelo rojo fuego que había heredado de su madre había contribuido a estimular su afecto.....

Albus Snape llegó al año siguiente de las nupcias de la pareja, recibido con cariño por su orgullosa madre y su padre.

Con sólo cinco años, Albus no entendía lo que había pasado en su casa en los últimos días. Harriet y Severus sí lo entendían.

Cuando Severus llegó a casa una noche a principios de esa semana y encontró a Harriet acurrucada en su nido, abrazando a Albus y pidiendo mantas nuevas, se mordió el labio. Después de cinco largos años, por fin llegaba.

Harriet no había tenido un celo desde que Albus había nacido y no había hecho un nido desde.....

Desde.....

The Purple Blankets: A Snarry Tale (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora