The Purple Blankets: A Snarry Tale (Traducción)

Capítulo 29: La familia Snape

Los años se sucedieron con alarmante rapidez para Severus y Harriet.

Los Snapes utilizaban las tierras de labranza de su propiedad para cultivar hierbas y flores para pociones, la mayor parte de las cuales Severus guardaba para sus propias provisiones, sin embargo, la familia vendía ocasionalmente parte de su cosecha para obtener dinero extra.

Lily, Gwendolyn y Minerva dejaron su infancia y crecieron hasta convertirse en las dulces y gentiles princesas del Príncipe Mestizo.

Cualquier reparo que Severus y Harriet tuvieran en cuanto a que Albus estuviera celoso o resentido con sus hermanas pronto desapareció.

Albus y sus tres hermanas se hicieron muy amigos.

Cuando las niñas eran bebés, las cargaba siempre que sus padres se lo permitían, les leía y las cuidaba en cada oportunidad disponible.

A Severus le complacía la férrea protección que Albus mostraba siempre hacia sus hermanas y a Harriet le hacía sonreír cada vez que veía el dulce afecto que sus hijas prodigaban a su hermano mayor.

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Albus entró en Hogwarts en lo que a Harriet y Severus les pareció un abrir y cerrar de ojos.

Severus vio cómo su único hijo era rápidamente clasificado en la casa Gryffindor.

Cuando Albus se marchó al colegio, fue un momento agridulce para la familia Snape, pero Severus era lo suficientemente astuto y privilegiado como director para llevar al niño a casa para visitarlo cada fin de semana.

En realidad, fue entonces cuando Harriet empezó a alegrarse de verdad de que hubieran acabado mudándose a la granja de las afueras de Hogsmeade, ya que la ubicación de la vivienda facilitaba mucho las visitas de sus hijos.

Cinco años más tarde, Lily fue la siguiente en ir a Hogwarts, con el pelo de un rojo intenso y los ojos de un verde brillante, a diferencia del resto de sus hermanos, que todos se parecían a su padre en su aspecto.

Lily se sintió muy angustiada cuando la clasificaron en Slytherin, aunque la hizo sentir mejor ver la sonrisa de orgullo en el rostro de Severus desde su asiento en la Mesa Alta cuando el Sombrero Seleccionador anunció su casa a todos los presentes.

Harriet lloró al año siguiente, cuando las gemelas se unieron a Lily en el castillo, y ambas niñas fueron colocadas también en Slytherin.

Severus intentaba que su pecho no se hinchara notablemente por su satisfacción al ver que sus tres hijas compartían su casa de Hogwarts.

La casa en la que se clasificaba a una persona no tenía importancia, en realidad.

Lo que realmente importaba eran los intereses y los logros de un estudiante.

Aunque Albus ya estaba bien metido en Hogwarts cuando sus hermanas llegaron al castillo, seguía pasando mucho tiempo en su compañía y ayudaba amablemente a las tres en sus estudios cuando no podían buscar la ayuda de sus padres.

Severus y Harriet se involucraron mucho en la educación de sus hijos.

Como director, Severus vigilaba de cerca el rendimiento escolar de sus hijos e hijas, sus idas y venidas y sus relativamente pocas infracciones disciplinarias.

Cuando los hijos de Snape estaban en casa los fines de semana o en los descansos, Severus se apresuraba a preguntar a cada uno de ellos cómo iban sus estudios.

Por muy cansado que se sintiera Severus o por mucho que quisiera estar a solas con Harriet, se ocupaba de dar clases particulares a cada uno de los niños en las áreas en las que tenían dificultades.