Jeon Jungkook (Mi Lindo Garbancito)

20

HARI

—Tae aún no te encuentras bien, deja que Ji-Eun y yo lo hagamos —le dije cuando lo vi cargado con todo lo necesario para la venta de comida y bebida.

—Bastante culpable me siento ya con no haberte podido acompañar al doctor cómo para también dejarte sola en ésto —era un sol, mi Tae era el mejor.

—Estabas enfermo, no tienes la culpa.

—Chicos ya estoy aquí, mirad lo que traigo — venía mi amiga con un gran cartel de tela— lo hicieron los de primero, es su regalo para nuestra causa.

Pertenecíamos al grupo estudiantil "Cuida tu entorno" y hoy tendríamos que vender bebida y comida para el gran día de convivencia deportiva.

Teníamos un puesto en un punto estratégico para que tanto deportistas como público pudiera comprar nuestros productos, así sacaríamos dinero para limpiar una parte del bosque.

Todo estaba muy concurrido y había varios torneos que se desarrollaban.

—Mira empezaron las carreras de atletismo — decía Tae emocionado. No pudo participar porque aún no estaba bien de su gripe.

Miré hacia Jungkook que estaba en posición de salida, hoy estaba realmente guapo, corría muy rápido y se veía muy sexi. Entre todos los chicos era el que más destacaba, lo malo es que las chicas gritaban su nombre a pleno pulmón. Eso no me gustaba nada.

—Se te cae la baba Hari —me dijo Ji-Eun al oído, volví a la realidad.

—No digas tonterías.

—Lo que tú digas amiga.

Mi hermano y los chicos aparecieron para comprar algo.

—¿Mocosa que te estás comiendo todo lo del puesto? —dijo mi hermano mirando mi cuerpo que se estaba volviendo algo redondo.

—No le digas eso Jimin, ella está preciosa —Hobi me miró sonriente.

—Gracias Hobi eres un sol, no cómo mi hermano que siempre se está metiendo conmigo —le puse mala cara.

—Dice la verdad, estás preciosa y tú diciéndole eso para molestarla —se puso a reñirle Nam.

—Os quiero chicos menos a mi hermano —se vino hacia mí y me cogió del trasero y me subió hacia arriba cómo siempre hacía y me sacudía y daba vueltas conmigo, lo que él no sabía es que ahora era distinto y ya no podía hacer eso.

—¡Bájame Jimin! —él reía y me bajó para darme un abrazo.

—Mocosa para mí eres la mejor aunque te pongas cómo una bolita de navidad —le di un golpe en el brazo.

—Yeahhh que yo no me voy a poner así —reímos todos.

Se fueron y Ji-Eun se vino hacia mí.

—Tienes que decírselo, se va a dar cuenta pronto —tenía razón, ya se estaba dando cuenta de que mi cuerpo estaba cambiando.

—Hola Hari —apareció el chico que un día se sentó conmigo en las gradas del campus y me invitó a pasar un día con él.

—Hola Seung, me alegro de volver a verte —le dije educadamente, venía todo sudado de haber corrido la carrera. Vaya ni cuenta me había dado que participaba.

—Estás muy guapa —me puse toda roja. No sé lo que me veía, si estaba hecha un desastre y encima bastante gorda.

—No digas mentiras, te va a crecer la nariz —reí un poco nerviosa.

—Es la verdad ¿Quieres salir conmigo esta tarde? —que lastima no poder decir que sí, me agradaba mucho pero no estaba en circunstancias de decirle que sí.