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HARI

Los días siguientes fueron bastante raros. Tuve que ver cómo Jungkook se involucraba en mi día a día en la universidad.

Lo veía de un lado a otro mirándome desde la lejanía.

Él estudiaba en el área de los de último curso, era otro edificio distinto al mío que estaba algo alejado, y sin embargo lo veía pasar por el exterior cerca del mío.

—Yo no puedo jugar a eso —le negué a Ji-Eun cuando estaba jugando a voleibol con unas chicas de nuestro curso en el campus.

Ella se sintió mal como tantas veces últimamente. No sabíamos que iba a haber tantas restricciones para que mi garbancito se sintiera a salvo.

Así que me quedé en las gradas sola mientras miraba el espectáculo. Que aburrido era estar embarazada, no podía hacer de nada.

—Hola ¿Tú no juegas? —se acercó a mí un chico algo mayor que yo, estaba en un curso superior al mío porque lo había visto entrar en las clases del pasillo contiguo.

No era para nada feo, aunque tampoco era cómo Jungkook. Paré en seco mi pensamiento.

¿Pero con quién estás comparando a los chicos que se te acercan a tí idiota? ¿Porqué estás pensando en él? Son las hormonas, eso es son las hormonas Ha-ri.

—No me apetece jugar —le contesté educadamente.

Se sentó a mi lado y me pareció un poco raro, porque los chicos que se acercaban a mí era porque no conocían a mi hermano pues todos le tenían miedo. A veces eso me gustaba porque no era yo de las que estaban deseando que los chicos se acercaran para ligar conmigo.

Mi complexión un tanto gruesa por algunas zonas de mi cuerpo, me había creado ciertas inseguridades y miedos, no estaba muy contenta con mi cuerpo. Y encima ahora me pondría más gorda aún si al final decidía llegar al final con mi garbancito.

—Te he visto varias veces por los pasillos y me pareces bastante guapa —su sonrisa era realmente bonita y sus ojos verdes también.

Me dió una vergüenza terrible, también pensé que si él supiera de mi estado no se acercaría tanto.

—Gracias por decirme eso.

—Si quieres un día podemos dar un paseo, o ir a tomar algo, mi nombre es Seung.

—Yo soy Hari —me estaba gustando el chico y sin embargo era otra de las cosas que tendría que dejar atrás. Yo no podía quedar para salir con ningún chico ahora, me puse triste porque no era justo que yo tuviera toda la responsabilidad en este lío que me había venido sin esperarlo.

—Lo siento pero yo no puedo salir con nadie por ahora, pero gracias por tu proposición, me ha gustado oírte —le sonreí.

—No te preocupes, cuando quieras no tienes nada más que decirme que seguiré pensando igual que ahora —se levantó y se despidió de mí moviendo su mano.

Todos los días siguientes fueron parecidos, se me presentaban situaciones que me hacían ver que una adolescente no debía quedarse embarazada. Estaba arruinando mi vida por completo y mi futuro ni digamos.

Un día estábamos los tres juntos comiendo un helado en una cafetería. Yo me estaba volviendo bastante golosa y me pedí tres bolas de helado de distintos sabores, la gente me miraba al ver el montículo que había formado en mi enorme copa de cristal. También es que lo había adornado con sirope de fresa y varitas de chocolate y caramelo.

A mi culo y nalgas no le faltaba nada más que todo este caos de comida descontrolada.

—Hari cuando lleguemos al apartamento vas a vomitar todo eso, ya lo verás —Ji-Eun se quejaba y yo comía con una ansiedad que no tenía nada de normal.

Jeon Jungkook  (Mi Lindo Garbancito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora