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JUNGKOOK

—Déjame tu coche Yoongi.

—¿Mi coche? Hoy no puedo porque tengo que ir a ver a mis padres —dijo alzando los hombros—. Lo siento.

—¿Y tú Jin? —negó con su cabeza— lo tengo averiado y lo están arreglando.

—¡Mierda! No puedo llevarla en mi moto —dije molesto.

—¿Pero a quién? Si es una chica sabes lo que les gusta que las subas en esa moto que tienes.

—No puedo subir a Hari en ella, me da miedo que pueda pasarle algo —los dos abrieron sus bocas al ver lo que les decía.

—¿Vas a salir con ella? Eso no me lo esperaba Jungkook, una cita con la futura madre —Jin se reía de mí.

—¡No es una cita! —dije molesto— solo vamos a hablar de lo que nos está ocurriendo, la he visto demasiado triste y le dije que podíamos quedar para dar un paseo juntos.

Los dos me miraban momificados, estaban con los ojos abiertos sin decir nada.

—¿Que? —les repliqué extrañado por su comportamiento.

—¿Que has hecho con nuestro Jungkook? —decía Yoongi actuando como bobo— si lo has escondido para hacerte pasar por él dilo ahora mismo o te pateamos el culo.

—¡Dejaros ya de tonterías! Que no es nada de lo que pensáis, pero es que no puedo dejarla sola tampoco —no sabía ni lo que quería realmente y por eso les dije lo que pensaba—. Tengo miedo porque yo no sé ni lo que quiere hacer con... —mi miedo no me dejaba casi respirar ni decir la palabra bebé.

—¿Ella aún no sabe lo que va a hacer? Hay chicas que abortan porque no quieren que les afecte en su futuro —dijo Jin algo triste—. Yo creo que son unas valientes porque estar en esa situación y no saber qué hacer tiene que ser bastante duro.

En eso no había duda, me dolía saber que también fue culpa mía y era ella la que se llevaba la peor parte.

—La llevaré al parque que hay al otro lado de la ciudad, puedo ir en autobús ya que tiene buena conexión —me alegré por haber encontrado la solución al problema de no tener coche.

Así que a las seis estaba yo en la puerta de su apartamento esperándola. Había aparcado mi moto para dejarla allí y cuando regresáramos poder volver al mío.

Salió un poco tímida, se había soltado el pelo y se había puesto un vestido holgado que la hacía mucho más guapa. No era una chica despampanante pero tenía algo que la hacía interesante, aceptarlo tampoco era malo. ¿No?

—Hola —me dijo y miró recelosa la moto.

—Hola, no te preocupes iremos en autobús ¿Puedes andar un poco? —le  dije sin saber si era buena idea, me pareció bien cuando lo pensé ésta mañana pero ahora me entraron las dudas.

—Si, no te preocupes, no estoy coja ni nada parecido —aguantó una risa y se vio demasiado tierna para admitirlo.

—Pues entonces vamos —se puso a mi lado y empezamos nuestra caminata, la parada no estaba muy lejos.

La miré de reojo y pude ver que a mi lado parecía aún más pequeña, me daba ternura saber que tenía un ser dentro de ella siendo tan baja de estatura. Claro que yo es que era bastante alto.

—¿Has tenido más vómitos? —le pregunté.

—No, eso fue al principio, ya estoy de dos meses —nos miramos— asusta ¿Verdad? —la noté triste.

—¿Has pensado que hacer? —quería saber pero la pregunta se hizo difícil.

Suspiró y miró al suelo, jugaba con sus manos nerviosa.

No lo sé Jungkook, si me decido a abortar sería hacer que dejara de existir y me siento mala persona —se me contrajo el estómago al sentir sus palabras— y si dejo que todo avance tendré que dejar mis estudios y mi futuro, así que todo es muy difícil.

Paré para mirarla y cogí su mano.

—Sé que piensas que yo estoy en una situación mejor que la tuya, pero yo también sufro por lo que estás pasando, me siento culpable —quería que me creyera.

Sonreía un poco pero se veía mal, yo no sabía lo que hacer, tampoco quería presionarla.

—Soy hijo único ¿Sabes? Y mis padres me mimaron mucho de pequeño —no sé porqué le estaba contando ésto pero quería que dejara de estar triste y cambiar de conversación.

—Ya se nota, no tienes que decirlo —dijo riendo un poco, al menos había conseguido que riera.

—¿Y tú? Jimin es tu hermano ¿No? Sois muy diferentes.

—Es que tuvo que hacerse cargo muy pronto de mí cuando murieron mis padres, además mi madre murió cuando yo nací —la miré y la volví a ver triste.

—¿Te gustan los helados? —murmuré para que no pensara en eso cuando ya habíamos llegado al autobús.

—Sí...me encantan —sonreía ampliamente.

—Pues dónde vamos hay un puesto que tienen los mejores helados de Seul.

Nos subimos al autobús y estaba muy lleno, miré y vi un asiento libre.

—Ven —cogí su mano y la llevé para que se sentara.

Yo me puse de pie a su lado. Me miraba desde abajo, tenía su cabeza hacia atrás para poder mirarme mejor y empezó a reír.

—¿De qué te ríes?

—Como garbancito se parezca a ti estará encogido dentro de mí cuando crezca un poco más —sonreía al decir eso.

Me dió ternura verla hablar así, me daba cuenta que se estaba encariñado con el bebé. Si decidía seguir adelante me iba a meter en un gran problema. Yo no podía corresponderle como hombre aunque tendría que ayudarla con el niño.

Le sonreí para que no me leyera mis pensamientos y miré a través de la ventanilla para llevar mis ideas egoístas lejos.

Yo no quería atarme a nadie y menos a ella, no podía fingir amor cuando no lo sentía, yo no es que hubiera sentido nunca amor por nadie pero quería ser libre para poder enamorarme alguna vez de una mujer cómo yo, que le gustara el deporte, que tuviera un buen cuerpo y que estuviera libre de ataduras.

La volví a mirar y estaba tocando su pulsera de bolitas nerviosa, daría lo que fuera por saber en lo que estaba pensando.

Me miró de nuevo y le sonreí, ella me miró tímidamente y sonreía también.

No te vayas a enamorar de mí Hari que no podría corresponderte, no eres mi tipo...

No te vayas a enamorar de mí Hari que no podría corresponderte, no eres mi tipo

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Jeon Jungkook  (Mi Lindo Garbancito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora