Entiendo a los dragones

Capítulo 20

—Esto aún no me convence —volvió a decir Astrid, haciendo que Tormenta, su Nader mortífero, se pusiera a la altura de Chimuelo, un Furia nocturna.

—¿Por qué insistes con eso? —preguntó Hipo.

—Entiendo que tengas tus dudas —intervino Valka, a lado de Hipo—, pero Einar nos pidió ayuda...

—¿A todos? —interrumpió la rubia— Tú misma te sorprendiste cuando te mandó la carta. ¿Y si es una trampa? Algo dentro de mi me dice que algo no anda bien. Tal vez no sea con ellos, pero puede ser... —vió al castaño— ¿Hipo?

—Yo... Creo que es mejor esperar —Astrid asintió ante las palabras del castaño, algo desanimada.

Tras ellos venían Patán, Patapez, los gemelos Brutacio y Brutilda, y Eret, cada quien en su respectivo dragón.

Hace un día Valka había recibido una carta de Einar pidiéndole que fuera a Sikker, no especificó el tema ni si necesitaba mucha ayuda, pero si dijo que Kaysa la necesitaba, y dado que sabía lo que Kaysa y sus amigos habían estado haciendo contra Haakon, Valka no había dudado en decirle a su hijo lo que pasaba y preguntarle si la acompañaba. Obviamente, él y todos los demás aceptaron, algunos con más dudas que otros.

—¿De verdad Kaysa puede controlar a los dragones? —preguntó Patapez— Eso sería súper...

—No —interrumpió Valka—. No le pregunten eso. Ella no controla a los dragones.

—¿Cómo sabremos quien es ella? —intervino Astrid— Si están en problemas al llegar y la tenemos que buscar, ¿hay algo que la identifique?

Valka sonrió al igual que Eret, solo que este se abstuvo de decir algo.

—Kaysa tiene el cabello azul —Los gemelos rieron ante las palabras de Hipo, quien sonreía al recordar las pocas imágenes que tenía de su antigua amiga.

—¿De verdad? —dijeron los gemelos. Hipo asintió— ¡Genial!

—¡Ya deja de copiarme! —gruñó Brutacio.

—¡Tú me estás copiando a mi! —Devolvió su gemela

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—¿¡Qué!? —Nilsa no pudo evitar soltar una pequeña risa ante la expresión de Kaysa. Era igualita a Einar— ¡Tía!

—Lamento no haberles dicho antes —dijo Einar—, pero si vamos tras Haakon, necesitaremos ayuda.

—¿De verdad iremos tras él? —Los ojos de Kaysa brillaron. Ya casi podía ver las bases destruidas de Haakon y él acorralado.

—Justo por eso estamos aquí —repitió Heather, sonriendo—. Les hubiera dicho, pero Einar me pidió guardar el secreto.

—¿Y por qué no me dijiste a mi? —Dagur se mostró falsamente ofendido. Luego sonrió— ¡Da igual! Pronto volveré a ver a mi hermano.

—¿Podemos confiar en ellos? —interrumpió Elina— No podemos confiarle nuestro plan a cualquiera.

—Vienen con Valka —le recordó Daven— ¿Crees que ella los traería si no confiara en ellos? Dagur y Heather también confían en ellos —Elina bufó.

—¿Cuando atacaremos? —habló Kaysa.

—Primero tienen que llegar —explicó Gunnar—. Luego haremos un plan e iremos lo más pronto posible. Bueno, ustedes irán. Nosotros no podremos acompañarlos, pero confío en que harán lo mejor para ustedes y para cumplir con atrapar a Haakon.