Capítulo 40

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Por fin había puesto su firma al final de la carta e inmediatamente tuvo en mente a una persona en especial, aunque... sería demasiado bueno para ser verdad ¿Y si era una broma que le estaban jugando? ¡NO! Ya no puede continuar convirtiendo todo a negativo sólo por una marca del pasado. Ya no puede seguir escuchando todas esas voces.

Era importante que se sostuviera más fuerte, en vez de aflojarse más y caer de nuevo. Fuera él o no iría, que pasará lo que la vida le tenía preparado.

Estuvo perdida por unos momentos hasta que subió la mirada, percatándose de que los demás ya estaban cruzando la calle, mientras ella estaba a mitad del camino parada. Se preguntó seriamente si era posible que nadie notara que no estaba, en especial sus amigos.

De igual manera tenía que darse prisa, ya casi eran las cinco y la fila en la torre no es nada corta.

Empezó a correr tratando de alcanzar a los demás, al mismo tiempo que su celular no paraba de sonar, posiblemente llegándole, ahora sí, millones de mensajes de sus amigos. Al escuchar que entraba una llamada se detuvo enfrente de la calle para contestar en lo que supervisaba ambos lados para atravesar.

Teresa, ¿dónde rayos estás? Ya estamos formados para subir a la Torre—dijo Avril inmediatamente después de contestar.

—Es una larga historia Abby, prometo contarles todo a ti y Lazy—por fin vio la oportunidad de pasar y lo hizo lo más rápido posible empezando buscar la entrada. Por supuesto que era preferible usar un ascensor antes que las escaleras—, ahorita estoy llegando a la fila, no te preocupes por mí tengo algo que hacer antes de verlos.

—De acuerdo... entonces te vemos aquí—respondió Avril y colgaron la llamada.

Teresa guardo nuevamente el celular junto con la carta y espero a qué la fila de seguridad avanzara, la cual era enorme. Rayos así tardaría como dos horas, aunque si Avril le dijo que ya estaba formados para subir puede que...

Excusez-moi monsieur, il y a une autre entrée en plus de celle-ci? —Dijo a uno de los guardias que se encontraban ahí.

Oui mademoiselle, mais uniquement pour les étudiants.

Eh bien, je suis étudiant, voici mon identification qui le prouve—volvió a buscar en su mochila para enseñarle su credencial. El guardia asintió y le dijo que lo siguiera.

Este la llevo a otra entrada de seguridad de la torre, el cual atravesó bastante rápido y fue guiada a la puerta del elevador. Supondría que los demás ya estaban arriba, agradeció y volvió a mostrar su credencial a la persona que se encargaba de esa entrada.

Mademoiselle, savez-vous comment je peux accéder au dernier étage de la Tour? —Preguntó antes de subirse.

—Vous devez prendre cet ascenseur jusqu'au premier étage, en face il y en a un autre pour le deuxième étage, cherchez-en un troisième et il vous mènera au dernier étage.

Merci beacoup Madame—luego entro y empezó a subir.

No podía evitar sentirse nerviosa, por todo esto, el hecho de que ya pronto sabría quién es la persona, aunque esta sea muy obvia, le tenía con un nudo en la garganta, con las manos sudando y con el corazón latiendo al mil por segundo.

Un trayecto al primer piso se le hizo eterno, incluso reviso su celular para ver cómo estaba de tiempo, cinco con diez todavía tenía tiempo, no obstante, se demoraría lo mismo que faltaba de subir, ya que eran como doscientos veinte metros de altura más.

Al salir, efectivamente vio el segundo elevador y se apresuró antes de que este cerrará. Ni siquiera tuvo tiempo para ver a su alrededor.

Al llegar al segundo piso repitió la misma acción anterior, esta vez sin tener tiempo de ver el restaurante de ahí, ojalá que después de esto lo pueda hacer.

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