¿Qué tanta confianza tienes contigo mismo?, ¿con los demás?, ¿con tu pareja?
¿Eres capaz de creer en la palabra de alguien o te dejas influenciar por los demás?
Un malentendido que pondrá a prueba la confianza de dos adolescentes que están iniciando...
Los minutos pasaron convirtiéndose en horas, horas en la que estuvieron principalmente en la habitación de Henry, charlando y jugando entre ellos, donde Teresa escuchó atenta las razones de algunos de sus trofeos y por qué cada uno de los libros que tenía era especial para él.
—Hen, una pregunta—habló mientras se encontraban recostados en la cama.
Ella en medio de las piernas de Henry, jugando con sus propias manos y él jugando con el cabello de Teresa. Ambos tenían de fondo música de una playlist que habían creado juntos.
—¿Qué paso? —Respondió al mismo tiempo que le trenzaba un mechón de cabello.
—Tú madre... bueno, he notado que tiene un acento muy marcado y que a veces mezcla las palabras, ¿no se supone que viven aquí desde que tienes ocho? —Volteó a verle, él dejo lo que hacía para sostenerla de las manos.
—Sí bueno... cuando llegamos aquí solo fuimos mi papá, yo y Pau, mi mamá se quedó un tiempo más por su trabajo. Cuando Paula iba salir de la primaria, mamá nos sorprendió con que ella también se vendría a vivir con nosotros. Resulta que encontró una empresa aquí en Houston que estaba enlazada con la que estaba trabajando allá. Entonces como ambas empresas son francesas ella no ha dejado de hablarlo a diferencia de mí y Paula.
—¡Wow! —Respondió primero—Pues a pesar de que no lo hablas mucho, lo sigues teniendo muy fluido.
—Qué te digo, c'est dans mon sang—ambos rieron.
—Por cierto, ame la play...—Teresa iba a hablar, pero fue interrumpida por dos sonidos de diferentes celulares, una siendo claramente el suyo.
—¿Crees qué es el grupo que tenemos? —Preguntó enderezándose, Henry.
Teresa se sentó y se colocó a su lado—. Tal vez así sea.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Miró a Henry sintiendo mucha emoción y nervios al mismo tiempo, pero la alegría sólo le duro unos segundos.
—Amor—tomó una de sus manos—¿No estás emocionado por saber los resultados?
—No es eso... yo...—menciono con un tono decepcionante o incluso triste—. Bueno hay algo que tengo que...—nuevamente interrumpidos por las notificaciones sólo que estas no eran de Instagram, si no de su correo.
—Llegaron los resultados—mencionó Teresa observando en el celular las dos notificaciones de las dos universidades a la que había solicitado beca.
—¿Quieres que revisemos juntos si entramos a la que queríamos?
—Sí, pero antes, ¿qué me querías decir? —Henry la miro con algo de tristeza acomodándose en la cama para estar frente a frente tomándola de las manos.
—Es algo difícil de decir bebé y creo que debí haberlo hecho antes, pero... —trago saliva con dificultad antes de hablar—. Me voy a mudar a Francia.
