Miércoles pasó más rápido de lo que había pensado, al igual que sus clases del día jueves. Ese día en especial las tres chicas se reunirían en casa de Lazy, no sólo para ver que se pondrían sino para hablar sobre qué harían en el baile ahora que las tres habían sido invitadas por alguien.
—¿Creen que este vestido está bien o es mejor otro? —Preguntó Lazy algo insegura a sus amigas. Sostenía un vestido, en su mano derecha, de color blanco con flores de color azul, rosa y morado.
—Se ve hermoso, combina mucho con tus zapatos color beige, ¿no es así Tere?
—Por supuesto.
—Puede ser este azul marino también—dijo mientras buscaba en su armario aquel vestido.
—Cualquiera que decidas usar combinará y se te verá espectacular, Lazy—mencionó Avril mientras se acercaba a tomar su hombro.
—¿Sus vestidos de qué color son? A lo mejor podemos combinar—continuó buscando. Avril negó con la cabeza divertida y volvió a sentarse en la cama a lado de Teresa.
—El mío es violeta, ¿recuerdan el que les mostré en navidad? —Ambas asintieron—Bueno, ese.
—Te verás bonita con ese—sonrió algo tímida Lazy.
—¡Claro qué lo hará! Y bueno el mío es rosa pastel—exclamó Avril.
—Entonces llevaré el azul marino—anunció la ojiazul con más confianza y sin dejar de sonreír, en lo que daba la vuelta para guardar el vestido blanco y dejar sobre la silla el seleccionado.
—Y dime querida amiga, ¿qué tal las cosas con Henry? —Cuestionó mientras se acercaba un poco más a Teresa, Avril. La ojiverde les había platicado que, desde que Henry la invitó al baile, habían empezado a hablar aún más que de costumbre.
—Bueno y-yo, relativamente, nos hicimos más amigos—contestó algo nerviosa. Lazy, que ya estaba sentada en la orilla de la cama, se acercó un poco más.
—¿Y por qué tan nerviosa cuando mencionó Avril su nombre? —Lazy la miró con una mirada traviesa, la otra chica estaba aguantando una carcajada.
—Ya saben la razón, fin de la discusión—exclamó una muy sonrojada Teresa mientras tomaba una almohada para cubrir su rostro, Lazy y Avril morían de la risa, siempre les gustaba molestarla.
—Hablando de chicos, Lazy...—volvió a hablar Teresa después de que se le pasara el sonrojo y retiraba la almohada de su rostro—¿Por qué hoy te fuiste a comer con Mark?
Como era de esperarse, las mejillas de Lazy tomaron un tono rojizo y fue ahora ella la que cubrió su rostro—. Este... ahhh bueno es que...—rió—desde que me invitó al baile hemos hablado más.
—Ya veo, nada sospechoso, ¿no lo crees Tere? —Mencionó ahora Avril.
—Para nada—ambas se miraron cómplices, compartiendo una pequeña risa.
—O sea, pues nos conocemos desde primaria y somos amigos, es normal que hablemos constantemente—dijo tratando de evitar más el asunto y retirando la almohada de su rostro.
—Fingiremos que te creemos Lazy, porque tú muy bien sabes que ahí hay química, sólo que no la quieres dejar fluir—comentó Avril tomando una almohada para ponerlas sobre sus piernas.
—Lo único que falta es el ingrediente para que haya una reacción—mencionó Teresa muy divertida echándose para atrás con una carcajada, que no tardó en contagiarse hacia Avril y Lazy, quien a pesar de seguir sonrojada no pudo evitar que el chiste le sacara una sonrisa.
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Trust You
Romansa¿Qué tanta confianza tienes contigo mismo?, ¿con los demás?, ¿con tu pareja? ¿Eres capaz de creer en la palabra de alguien o te dejas influenciar por los demás? Un malentendido que pondrá a prueba la confianza de dos adolescentes que están iniciando...