Capítulo 38

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Sin duda todo lo que había visto en las fotografías no se comparaba con todos lo que observaba en persona, las calles eran algo estrechas, el piso hecho de piedra, los edificios a su alrededor parecían ser más departamentos que tiendas, ya que estos tenían un montón de ventanas, todos pintados de colores neutros.

Henry no mintió cuando dijo que en esa plaza encontrarían de todo, como ropa, zapatos, recuerdos y por supuesto, comida típica. Donde lo más abundantes eran los postres. Conocían algunos, pero estos nuevos que les invito Henry eran buenísimos.

Como el Éclair, Mont-Blanc, Gâteau Saint Honoré, Crème Brûlée y obviamente los macarons. El paladar de su lengua tenía una mezcla de sabores increíbles, sin duda buscaría las recetas para hacerlos con su hermano, que hablando de él...sólo ha recibido una llamada en la madrugada de ese día, preguntándole cómo estaba y qué tal la estaba pasando, a pesar de estar apenas un día entero.

Todo a su alrededor era algo que jamás imagino vivir, al menos no tan joven, no cabe duda de lo afortunada que era al estar en su país favorito, con sus mejores amigos y él...

Su acercamiento era cada vez más profundo, compartían risas, sonrisas, sonrojos, principalmente de parte de Teresa, abrazos y sobre todo palabras, aunque estás sólo fueran comentarios respecto a los lugares.

Agradecía internamente el haber ahorrado desde el verano pasado, para que ahora, pudiera comprar todo lo que veía, bueno casi todo, puesto que aún faltaban otros lugares por recorrer.

La habitación de las chicas se llenaba poco a poco con cosas que compraban y las galerías de todos aumentaban con todos los videos y fotos que tomaban, no sabían si volvería a tener una experiencia así de buena.

Fueun alivió también que Teresa trajera dos cajas enteras de repuesto para sucámara, ¡son tantos los momentos que jamás quiere olvidar!

La semana transcurrió en conocer más partes de Paris como La Cathédrale Notre-Dame, donde la mayoría no paraba de bromear en que querían conocer a "El jorobado de Notre Dame", algunos querían tener la oportunidad de dibujarlo, mientras que otros, conocer cada rincón del lugar, saber su historia y sentir la fina estructura de lo que estaba hecho. Esta vez para Henry, era la primera vez que venía a ese lugar, sólo lo conocía desde lejos, y sin duda quedo maravillado, claro que la única maravilla no sólo era esa.

Para su segundo día libre, perdieron toda la mañana y tarde para que, en la noche, fueran a un karaoke, a por lo menos intentar pronunciar bien las palabras ya que, vaya, únicamente había canciones en francés.

Sin ser problema alguno para Teresa y Henry, que después de la mirada en suplica que le dedicó él se levantó a cantar en dúo, buena suerte que tenían canciones de Videoclub. Al principio se notaba mucho los nervios de Teresa, así que Henry le ofreció su mano como forma de darle confianza en sí misma.

No fueron los únicos en dar un show, pues también se animaron los demás que, aunque a veces se trababan con las palabras o no las pronunciaban correctamente, el verdadero objetivo era pasarla juntos.

El último lugar que conocieron esa primera semana fue L'arc de Triomphe, no había mucho para ver, no obstante, la parte favorita de todos fue todo el rollo que tuvieron que pasar para llegar al lugar, debido a que este estaba en medio de una avenida principal, donde autos y motos pasaban cada milisegundo. Lástima que jamás se esteraron del túnel subterránea que había para facilitar esa tarea.

La otra parte favorita fue las fotos grupales, tanto de todos los que fueron al viaje, como los que había entre cada uno de ellos, Teresa, junto con Avril, eran las que siempre recordaban tomar la foto grupal de ellos seis, luego las pasarían para guardarlas en un lugar especial.

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