twenty nine

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Samara estaba en el parque, mientras veía las nubes que parecían como algodón y los carros pasar, -no tengo idea de que haré con mi vida-  pensó samara, paso el tiempo mientras daba vueltas y vueltas en la ciudad, estaba muy preocupada, aparte cansada, llegó el momento en que tenía hambre, -no puede ser, carajo- samara le dolía la panza hasta que un carro negro se paró enfrente de ella, no era de sus daddies, si no que era desconocido, -espero que esté muy bien, angelito- samara se le puso la piel de gallina al darce cuenta que era atsushi, -am-m Holi señor atsushi- dice samara mientras abrazaba su suéter, -Que hace a estás horas de la tarde, no tiene hambre?- dice atsushi , -bu-bueno yo, no tengo hambre jaja- en eso suena su estómago, -supongo que si, tienes hambre, ven súbete- dice atsushi mientras abría la puerta, -am-m bueno yo- samara comenzó a sentirse nerviosa, -tranquila no te haré nada daño, angelito, si no quieres venir entiendo- atsushi casi se iba pero samara lo detiene, -espere, voy con usted- dice samara mientras se subía al auto, atsushi sonríe pero sabía lo que el tramaba.

Llegaron a la mansión de atsushi que en este caso pues era muy de lujo y moderno, cuando entraron samara veía cada detalle de la casa, se dirigieron al comedor en donde avía comida para que samara comiera, -toma asiento angelito- samara se sienta y atsushi se sienta a lado de ella,  -bueno come mi amor, lo que te guste- samara con un poco de desconfianza empieza a comer, pero al darle un bocado, se impresiona por el sabor de la comida que era demasiado delicioso, empezó a comer más, mientras atsushi solo la miraba pero con una cara que decia muchas cosas desagradables, -no va a comer señor atsushi?- dice samara, -oh no, mi angelito, yo ya comí, pero...veo que ya no eres una baby girl de algún mafioso o cualquier persona- samara se puso triste al recordarle, lo que osomatsu le dijo cuando se peleó con ella, -mmm bueno- en eso un hombre llega y para llamar a atsushi, -señor atsushi, venga rápido- atsushi se levantó de golpe y al ver esa acción, samara se sintió extrañada, -tu come mi angelito, yo ahorita regreso- atsushi se va, samara solo comía, cuando se llenó samara intento recoger la mesa, y lo llevo a la cocina, mientras estaba lavando los trastes, vio la sillita de bebé para comer, samara para de lavar y va a verlo de cerca, -um que raro- en la silla tenía los cinturones para amarrar las extremidades de la víctima, -Que haces angelito- samara brincó del susto, -am-m nada solo lavaba los trastes y ya papi, digo señor atsushi- este mismo se comienza a reír, samara se quedó sonrojada por qué le dijo daddy, aún sigue con esa costumbre de ser regañada por una autoridad, -jaja no te preocupes, si quieres dime daddy o como te guste- dice atsushi samara se sonroja y se van de la cocina para la sala, -señor atsushi, me tengo que ir, muchas gracias por la comida y por traerme a su mansión- samara hace una reverencia, -que? Ya te vas?, Pero donde dormirás?, ya son las 7:30 y se hará más noche- samara ve la hora y si era ya noche, -am-m bueno iré a casa de una amiga a dormir, jeje- atsushi menea la cabeza diciendo que no, -es muy noche y no quiero que te pase nada malo, ven vamos a tu cuarto-, atsushi la dirige aún que samara se sentía aún incomoda a lado de el.

Al entrar al cuarto de huéspedes era un cuarto común, samara se sienta en la cama que estaba muy cómoda, -mmm muchas gracias, por la habitación, mañana temprano me iré si?- dice samara sonrojada, -oh no no mi angelito, no pasa nada malo, es más quiero que te quedes aquí para que no pases frío y hambre- dice atsushi mientras se hinca  enfrente para luego apoyar su mano en la pierna de samara, -am-m bueno yo, no sé si quedarme, porque además nosé si tenga usted cosas que hacer- dice samara apenada, -no te preocupes por mí, yo quiero que estés bien y que te quedes...a mi lado- en eso atsushi, le da un beso a samara y ella se le puso sus ojos de plato al sentir ese beso un inesperado, cuando terminó Samara estaba impactada, -Yo...yo lo siento, discúlpeme, mejor me voy, que descanses...mi angelito- atsushi se va, y samara se quedó intacta por lo sucedido,  ella no sentía ninguna emoción, ni enojo, ni asco, ni cariño, nada de eso, solo se quedó como si nada, decidió inspeccionar la habitación, noto que el armario avía una pijama suave y de color rosa pastel, samara no le quedó de otra para ponérselo.

MY DADDIES ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora