Bésame Todas Las Pasiones

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Besa el torrente de ilusiones,

Bésame todas las pasiones

Besa mi río hasta su desembocadura

Besa mi vida y mis cenizas,

Y me dirás que voy de prisa

Besa mis días y mis noches,

Mis diluvios y mi cielo a pleno sol




Cuando la puerta de la habitación del hotel que habían tomado para pasar la noche se cerró, Joaquín le quitó la blusa a Lucía. En un acto rápido, la levantó en su regazo, caminando hacia la cama y colocándola sobre ella, Lucía tenía una mirada pícara, viendo a Joaquín quitarse la camisa.

Antes de que Joaquín pudiera quitarse los pantalones, Lucía se arrodilló en la cama, arrastrándose hacia él. Ella puso su mano
en el botón del pantalón, bajo la atenta mirada de Joaquín, la respiración masculina comenzó a agitarse
mientras la hábil mano de Lucía se abría el botón.

Lucía deslizó su mano dentro de la ropa interior, poniendo el miembro masculino a su disposición, estimulando el pene con las manos en movimientos lentos de ida y vuelta, inclina la cabeza hacia abajo, poniendo ese pedazo de carne en su boca. La lengua femenina da vueltas alrededor del glande, Lucía levanta la mirada para la cara de Joaquín, al verle respirar profundamente y cerrar los ojos, aprovecha el momento para introducir todo el miembro en su boca.

Los movimientos de la cabeza involucrando el pene de Joaquín eran lentos y minuciosos, Joaquín retira con


sus dedos un mechón de cabello que cayó frente al rostro femenino, bloqueando su vista con los movimientos de Lucía. La mujer mueve su boca arriba y abajo sobre el miembro de Joaquín, lubricando todo el pene con la saliva, Joaquín echa la cabeza hacia atrás cuando Lucía le introduce hasta la base en la boca, ella sabía lo que hacía.

Joaquín recoge todo el cabello de la mujer en sus manos, comenzando a mandar por la velocidad de los movimientos de ella, respetando el límite que ella podía soportar. Cuando aumenta la velocidad de los movimientos, escucha que Lucía hace la arcada y luego le deja los movimientos a ella. Lucía se quita el pene de la boca, pasa la lengua en los testículos y poco después de chupar, vuelve a introducir el pene en la boca, ahora con movimientos acelerados. Joaquín pone su mano en la nuca femenina cuando empieza a sentir los espasmos de

su orgasmo, gime con voz ronca, derramándose en la boca de Lucía.

La mujer levanta la mirada hacia los ojos del hombre, dejando las miradas unidas, saca el pene de la boca, viéndolo sonreír. Limpia la comisura de la boca donde había goteado el semen del hombre, sonriéndole.

- Cada día que pasa me sorprendes más. - Joaquín la besó, saboreando su propio sabor.

Joaquín empujó a Lucía contra la cama, obligándola a acostarse de golpe, con una sonrisa traviesa. El hombre agarra sus piernas, acercándola a él y arrodillándose en el suelo frente a ella le quita los pantalones, tirándolos en cualquier rincón del piso. Acerca la boca a la vagina, estaba mojada, separa los labios vaginales con los dedos, acerca la boca a su intimidad, chupando la zona íntima.

Un ruido en la puerta interrumpe a la pareja, Joaquín se dirige a la puerta viendo que era el vino, acompañado del hielo que pidió antes de subir a la habitación. Cuando toma los pedidos, paga el servicio dando propina y vuelve con Lucía, que intentaba entender qué pasaba allí.

Abre el vino, toma un sorbo en la boca de la botella, entregándoselo a Lucía para que ella también beba,

cuando ve que ha tomado un sorbo, vuelve a tomar la botella. Bebe otro sorbo del líquido rojizo, y se arrodilla nuevamente, juega el líquido en la vagina de la mujer, acercándose a beber allí, en el lugar que amaba tanto. Lucía pasa la mano por el pelo haciéndole entender que bajo ningún concepto debía dejar de hacer lo que estaba haciendo.

Hay Que Estar En Mi LugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora