Cásate Conmigo

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Ahora que la espera ha terminado

Y el amor finalmente le mostró mi camino

Cásate conmigo

Hoy y todos los días

Cásate conmigo


Último día de grabaciones, Martes - Lima, Perú


El día amaneció de la mejor manera posible, el rostro angelical de Lucía descansaba sobre el pecho varonil. Joaquín abrió los ojos y se quedó mirando el techo blanco, era el penúltimo día en Perú, al día siguiente estarían de regreso a Buenos Aires. Pasa los dedos suavemente por el cabello de la mujer, quitando los mechones que habían caído sobre su frente.

La quita de su pecho lentamente para no despertarla, se pone las pantuflas y sale de la habitación entrando hacia la cocina, donde escucha las voces de su hija y su yerno.

- Buen día. - Besa la cabeza de su hija y saluda a Damián con un toque de manos.

- Buen día pa, y mi madre? - preguntó Rocío mientras serbia el café en la taza.

- Esta durmiendo. - respondió Joaquín. - Por cierto, hija, necesito tu ayuda.

- Si puedo ayudar, puedes contar conmigo. - respondió la chica.

- ¿Quieren que me vaya, para que puedan hablar mejor? - preguntó Damián comenzando a levantarse.

- No no. - Joaquín le indicó al hombre que volviera a sentarse. - Voy a pedir a su madre matrimonio hoy por la noche.

Rocío miró a su padre sorprendida, no se había imaginado que tuviera el deseo de casarse, ya que estuvieron más de una década juntos y nunca se casaron y con Viviana de la misma manera, ella estaba realmente sorprendida por el deseo de su padre.

- Nunca pensé que te gustaría casarte, papá. - respondió Rocío con sinceridad.

- Con su mamá siempre quise casarme hija. - dijo Joaquín. - Planeamos casarnos, el resto de la historia tú

ya sabe. - Suspiró el mayor.

- Mi madre nunca me dijo que ya tenían planeado casar. - dijo Rocío pensativa. - Bueno no importa. ¿Cómo puedo ayudar?

- No planeé nada para la propuesta, quiero casarme con tu madre usando los anillos que fueron de sus abuelos. - Él dice. - Pero, no encontré estos anillos en ninguna parte de las joyas que tu madre trajo, y ella solía caminar con ellos.

- Están conmigo papá, mi mamá me lo dio antes de que ustedes dos regresaran. - dijo Rocío. - Qué suerte la tuya los llevo conmigo donde quiera que vaya. - Rocío sonrió. - ¡Voy a buscar!

Cuando Rocío volvió, le entregó los anillos a su padre. Las piezas estaban en una caja roja aterciopelado, Joaquín pasó el dedo por un anillo, esas joyas era tan especial y tan llena de amor, sería un honor usarlos junto con Lucía.

La caja de la sorpresa del embarazo fue la primera en llegar al canal de televisión, yendo directo al camerino de Eva, con la curiosidad de su hija y de Joaquín, acabaría encontrando la caja antes del tiempo.

Mientras se maquillaba, los pensamientos de Lucía se aceleraban, no podía dejar de pensar en la reacción de Joaquín cuando se enterará del nuevo integrante de la familia Galán y también de Rocío, cómo reaccionaría al tener conocimiento de la llegada de un hermano?

- ¡Listo Lucía, maquillaje listo! - La joven maquilladora sonrió.

- ¡Perfecto, muchas gracias! - Lucía sonrió mirándola a través del espejo.

Hay Que Estar En Mi LugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora