Mente y corazón

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"No hay separación entre la mente y el corazón.

Existe lo que la mente piensa y el corazón siente.

O lo que siente el corazón y piensa la mente.

Cuida lo que piensas para que tu corazón esté feliz.

Cuida lo que sientes para que la mente este en paz."



El corazón de la mujer latía rápidamente mientras se apoyaba en la puerta de su casa. Cuando volvió a la realidad y a lo que había hecho en el sofá del estudio de la casa de su hermano, se apresuró en vestirse y salir del lugar.

No era posible que después de veinte años hubiera caído en brazos de él, el hombre que mecía su cuerpo y su corazón, su hermano y padre de su única hija. Golpea la mano en la frente reprochándose a sí misma, él estaba con Viviana, aunque no estuvieran casados ante las leyes, vivían juntos desde mediados de 2004.

No le gustaba Viviana, pero tampoco ayudaría a Joaquín a traicionarla, siempre lo dejó claro que si se atrevía a hacer algo, Viviana lo sabría, indirecta o directamente, no aprobaría ninguna traición del hombre.

¿Y ahora qué haría ella? No sólo aprobó la
traición, era la mujer que él se acostó para traicionar a su esposa.

Respiró profundamente pasándose la mano por el pelo, se sentía culpable por lo que había hecho, nunca había sido "la otra" de una relación, ni siquiera cuando tenía sus momentos de debilidad aceptaba un toque de Joaquín con segundas intenciones. ¿En qué había fallado? ¿Era el tiempo que estaban pasando juntos después de meses sin verse? ¡No, no puede ser! Durante las giras de conciertos pasaron un mes entero juntos y ella nunca había flaqueado ni le había dado a Joaquín la oportunidad de atreverse a nada.

Recordó cuando tuvo un momento de debilidad con él, pero fue más rápida que cualquier acción por parte del hombre.




Flashback On

Marzo, 2016



Al bajar en el aeropuerto de la Ciudad de México, Lucía respiró profundamente sintiendo que su cuerpo dolía, no era la mayor fan de viajar en avión, pero su trabajo dependía de ello y no podía huir. Recogen su equipaje y caminan hacia el coche que les esperaba para llevarles al hotel donde se quedarían durante esos cuatro días.

El viaje al hotel se hizo en absoluto silencio, antes de embarcar en Argentina habían discutido. Joaquín se dirige a la recepción mientras Lucía le espera sentada en un sofa.

- Buenas tardes, soy Joaquín Galán, tengo dos reservas. ¿Puedes comprobarlo y darme las llaves, por favor? - pregunta Joaquín.

- Claro, sólo un minuto y hablaré con usted. - La secretaria respondió amablemente.

Se da vuelta, apoyado en la encimera, mirando a Lucía, odiaba la costumbre de desquitarse su ira en otras personas. Lo máximo que pudo extraer de una conversación había sido que ella y Pablo se habían peleado, y eso había bastado para que se alterara de nuevo y empezar a lanzar insultos.

Se preguntaba por qué siempre era él quien recibía toda su ira, ¿era porque era la única persona con la que hablaba después de cierto estrés? ¿Pero qué tenía que ver con sus discusiones con Pablo?

Salió de sus pensamientos cuando escuchó la voz de su secretaria llamándole.

- ¿Está seguro de que la reserva se hizo para dos habitaciones? - La chica pregunta mirando el ordenador y luego levantando la mirada hacia el hombre.

Hay Que Estar En Mi LugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora