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La semana había pasado y ya era viernes San desde ese día lunes no fue a recoger a SooJin si no YeoSang, el alfa pelinegro se sentía mal o más bien traicionado y sentía que su otra mitad ya no volvería a amarlo o verlo con esos ojitos verde esmeralda que parecen piedras preciosas, o cuando lo volvería a ver sonrojarse con tan solo decirle algo lindo?, San amaba a HongJoong pero al recordar solamente aquella escena de ver aquel alfa besando a su omega hacia que su corazón se estrujara en su pecho y su alfa se enfureciera intentado dominarlo, el pelinegro suspiro profundamente autocontrolandose, volvió a suspirar pero está vez sonoro quitándose sus lentes desviando la mirada de su computador cuando la puerta se abrió dejando ver a YunHo.
- Amigo llegaron los inversionistas!
- en un momento voy... - dijo sin ánimos. - mientras prepararles un café o lo que gusten, porfavor! - el castaño asintio mirándolo raro, al salir de la oficina frunció su seño.
- está vez no regaño, anda muy raro desde el lunes, ¿Que tendrá? - se pregunto a si mismo y camino a la sala de juntas donde estaban los inversionistas, con San suspiro nuevamente mirando la foto enmarcada.
- ¿Que hago?, Si me pusiste en el camino a HongJoong dame una señal para recuperarlo! ¡No quiero perderlo! - dijo lagrimeando en silencio y su lobo aullando de tristeza.
[🍯✨]
- mmm... ¿Mamá, papá? - dijo agrandando sus ojos al ver a sus padres.
- hijo! ¡Mira que grandes estás! - dijo la mujer besando la mejilla se su hijo.
- si...
- hola hijo! - su padre hablo abrazando a su único hijo.
- Amm... Mamá, papá a que vinieron? ¿Acaso... se van a quedar? - fijo su vista a sus padres que estaba en la sala de estar con unas pequeñas maletas.
- pues a visitarte!, Y si no quedaremos el fin de semana aquí en Seoul! - sonrió la mujer. - ¡Por cierto MinGi nos contó que te visito en tu trabajo y no lo recibiste muy bien! - exclamó la mujer alfa, a HongJoong ya le estaba dando un tic en el ojo.
- «¡Idiota Song!» - pensó.
- ¿Hijo porque no te gusta MinGi? - el hombre omega le pregunto.
- ¡Porque no! - exclamó sin más intentando no gritar.
- tiene que haber una razón HongJoong! - la castaña se cruzó de brazos mirando a su hijo molesta.
- bueno les digo... ¡Es terco, arrogante, irritante, odioso, no es mi tipo, y no le gustan los niños! - dijo contando con sus dedos, para después mirar a sus padres.
- entonces? ¿Te vas a quedar soltero?
- ¡NO!, Es solo que... - suspiró bajando la mirada al suelo.
