¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los días pasaron demasiado rápido para alfa, ya era viernes, no podía creer que ya era viernes y era día que iba salir solo con el y el omega, San estaba en su habitación arreglandose para ir su "cita" con HongJoong, se estaba terminando de abotonar su camisa de repente una vocecita irrumpió en la habitación.
- ¡Uyy! ¡Que guapo! - dijo miraron a su padre de pies a cabeza con una sonrisita.
- ¿Que tal? - pregunto, SooJin solo hizo el signo de ok.
- ¿Crees el maestro HongJoong caiga en tus encantos papi? - pregunto encarnado sus cejas.
- Si!... ¿QUE? ¡NO!... - fruncio su entrecejo mirando a su hija. - Bueno eso es lo que espero... - dijo en un susurro, desvío la mirada diciendo esto.
- espera... - la niña se subió a la cama hizo un ademán de que su padre se acercara, San hizo caso se acercó al borde, SooJin como pudo desabotono los dos primeros botones sorprendiendo al alfa.
- ¿Que haces?
- acaso no quieres casarte con el? - un suspiro salió de San.
- hija... Si quiero conquistarlo, debo ser yo mismo! - dijo abotonado su camisa y colocandose su saco azul, saliendo de su habitación junto a la niña. - ¿Ya tienes todo?
- asintió. - ¡Sip!
- bueno vámonos! - exclamó tomando la mochila de su hija.
- espera! - dijo la pelinegra regresandose por el pasillo para provocando que frunza su entrecejo, cuando SooJin regreso al umbral venía con corazón en manos.
- que es eso?
- un corazón de chocolates! Note que al maestro le gustan los gustan los chocolates, ten! - dijo dandoselo. - no puedes ir con las manos vacías! - San sonrió tomando el corazón y la manita de su hija, salieron de la casa para dirigirse a la puerta del omega, el alfa suspiro sonoro tocó el timbre esperando.
- ¡Ya voy! - dijo detrás de las puertas, al abrirla una hermosa imagen de HongJoong bien vestido y con un leve maquillaje, con esa sonrisa deslumbrante que hacía que San sonriera como estúpido.
- amm... Toma! - dijo sorprendiendo al rubio, este lo abrió y vio varios chocolates.
- ¡Mis favoritos! ¡Gracias! - exclamó con una sonrisa. - ¿Cómo lo supiste? - frunció su seño mirándolo.
- emm... Bueno...
- da igual! Ya nos podemos ir! - metió el corazón cerrandolo, tomo su bolso y salió de su apartamento.
- está bien... Pero no te molesta que primero vaya a dejar a SooJin? - dijo, entrecerrando un ojo.