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HongJoong comenzaba a despertar, parpadeó varios veces adaptando su visión para mirar a sus alrededores, se sentó en la cama estirándose, alzó la sábana y sus ojos de abrieron de par en par sonrojandose, giro a su cabeza a la izquierda para ver si esto no era mentira, y no lo era San estaba ahí dormido con el abdomen descubierto abrazando el abdomen del rubio, el sonrojó en las mejillas de HongJoong se volvió más notorio, el omega se tocó el cuello sientiendo la marca y causando que su lobito aullara de felicidad, una sonrisa salió inconscientemente de sus labios mirando al alfa.
- ¡Te amo! – dijo depositando un beso en la cien del pelinegro, el ojiesmeralda quitó con cuidado el brazo de San para levantarse de la cama e ir al baño, unos brazos pasaron por la cintura del rubio abrazándolo y halandolo hacia atrás, y algo cálido se poso en su hombro. – ehh!
- ¡Yo también te amo! – exclamó el alfa, despositando pequeño besitos y lamidas en la nuca y el hombro de su omega.
- ¡San! ¡Mmm! ¡Ahh! – jadeó cerrando un ojo mordiendose el labio. – ¡Ahh... San! – jadeo al sentir como el alfa estaba dejando un nuevo chupetón en su hombro, se mordió el labio inferior al sentir como San lamía la marca del cuello del omega. – ¡Mgh! ¡San! ¡Ahh!
Jadeo apretando la sábana y sus mofletes arder en un rojizo carmín, una de las manos del alfa se poso en la barbilla del rubio girando su cabeza dándole besos en su mejilla roja, un suspiro salió de la boca de HongJoong callandolo con un beso apasionado haciendo que se giré y estén cara a cara, las manitas del omega se posaron sobre los hombros del pelinegro, cuando la puerta fue abierta sigilosamente asomándose la cabecita del padre omega del rubio.
- amm... Hijo ¿Estás bien escucho mucho rui... – dijo mirando al frente a su hijo, siendo embestido por un alfa. – okey... Mejor te dejo solo con... Tu novio! – el castaño al salir de la habitación cerrando la puerta con cuidado, suspiro cuando su esposa salió del baño.
- Y HongJoong no va salir?
- creo que... ¡No! – sus ojos se abrieron al oir el gemido o mejor dicho grito de su hijo.
- ¡AHH! ¡SAN! – el castaño sonrió mirando a la alfa nervioso.
- ¿Que fue eso? – molesta pregunto.
- ¿Que yo no oí nada?
- ¡Maldición HongJoong! – sonrió con nerviosismo mirando a su esposa.
- ay alguien más aquí, y no me e enterado?
- No, no, no, no, claro que no! Cariño! ¡Ve y arreglate y ve con tu amiga de lo vayas hablar! ¡Yo me quedo aquí!
- en serio? – asintio varias veces. – bien, yo saldré y cuando vuelva que HongJoong este para la cena!
- si no te preocupes! – dijo saliendo del apartamento, por fin liberándose de esos nervios que tenía. – okey... Tendré que hablar con ese muchacho seriamente!