Desmond Andillac príncipe segundo tendrá que asumir ser el heredero al trono después de que su hermano Luca cayera dormido por un hechizo oscuro, en su camino conocerá a Conan Chalamet un hechicero rojo capaz de traer a la gente de la muerte y curar...
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DESMOND
—Dime que es mentira Kaner — Mi madre se acerca a mi padre tomándolo por los brazos —. Tu silencio es cruel y tus razones aún más.
Ya me había acostumbrado a espiarlos cada que quería enterarme de algo, pero al parecer Luca seguía sin acostumbrarse, no hace ruido, está al otro lado del pasillo vigilando que nadie nos vea, a casi medio año de haber cumplido catorce años ya me siento como todo un caballero de esos que rescatan a las princesas en los cuentos de hadas.
—Lo hice por el bien de la corona Cera — Mi padre se aleja de mi madre sentándose en su sillón y tomando su botella de vino
—¿Por la corona? — mi madre lleva un lindo vestido rosado, se ve muy linda —. ¿Y qué hay de la felicidad y el bienestar de tu familia... de tu hijo?
Mi padre bebe directo de la botella y se limpia con su mano, quiero escuchar todo, quiero que mi padre venga a mí y me lo diga directo a la cara, que me diga toda la verdad, el porqué alejo a Eric de mi lado, porque lo hizo irse.
—Eric y su padre estarán bien en el reino Marisma, ya deben de estar bastante lejos de aquí, su vida no terminará solo por irse de este reino, así estarán alejados de nosotros, alejados de Desmond, no sé que ideas le haya dicho ese niño al nuestro y...
—No te perdonaré esto — Mi madre le quita la botella de su mano y la avienta al suelo, Luca voltea a verme y me hace señas de que alguien se acerca —. Tu hijo no cambiará solamente porque alejes a Eric de él, así que mentalízate porque tendrás que vivir con él toda tu vida, crecerá a tus ojos, amara y vivirá siendo valiente, pero jamás podrá ser completamente libre si tú le quitas una parte de su corazón, no me veré envuelta en esto, porque tú se lo arrebataste y tú serás el responsable de traérselo de vuelta.
Veo como mi padre llora y mi madre se sienta con aire exhausto sobre la cama, no puedo ver más, estoy a punto de abrir la puerta y decirles algo, Luca me jala del brazo diciéndome que debemos irnos, el padre de Medras aparece por el pasillo y es ahí donde salgo corriendo junto con Luca.
El recuerdo se desvanece en un instante, como si nunca hubiese existido.
—¿Cómo está Conan?
—La verdadera pregunta aquí es ¿cómo está Desmond?
Oigo voces a mi alrededor, pero no les presto atención, mi mente sigue en su propia nube de pensamientos.
—A veces se pierde en su propia mente — reconozco la voz de Medras —. Pero está bien, no te preocupes, ¿verdad su alteza?
Medras me toma de los hombros y vuelvo a la realidad un poco atontado, estamos en la habitación de huéspedes donde Conan está acostado en la cama, inconsciente desde el accidente...
