Capítulo 35. Boda de ensueño

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DESMOND

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DESMOND

Serás el mejor rey del reino Umbria. le digo a Luca mientras él se está acomodando su saco . Eres perfecto para el puesto, ¿sabes?, naciste para serlo.

No creo que nadie nazca para ser algo o alguien  Luca se da la vuelta sonriéndome . Pero sí que puedes prepararte para ser lo que quieras si realmente te importa.

Me empiezo a reír mientras ruedo para quedar boca arriba en la suave cama de mi hermano.

Incluso suenas como todo un señor de cuarenta años, no me digas cosas tan filosóficas porque te hace ver más como un futuro rey.

Siento como algo grueso y pesado cae sobre mí, Luca me ha aventado su saco que me ha caído en la cara, nos reímos y le vuelvo a aventar su saco.

Pronto igual hablarás así y no te diré nada.

No creo que eso pase. doy otro giro para ponerme boca abajo . Seré tu mano derecha como siempre, quedándome con mi título del príncipe más guapo y hermano del rey Luca Andillac.

Luca ahora no solo quiere aventarme su saco, no me percato de que ha tomado su violín en sus manos, me lo muestra tratando de decir que si no me callo ese violín me dará en mi cabeza volviéndome más tonto de lo que pienso que soy, así que me escondo entre sus cobijas tratando de permanecer lo más callado posible.

Los sonidos de cubiertos chocando entre sí, risas, pláticas aburridas y gente tomando sorbos de agua y vino me sacan de mis pensamientos regresándome a la confusa realidad.

Todos los reyes, con sus respectivas esposas e hijas están sentados en una gran mesa, yo junto con mi padre los acompañamos mientras en todo el gran comedor están las demás casas, en mesas representando sus colores, Amber está con sus padres y al verme me da una sonrisa y yo hago lo mismo, Víctor y Claus están en las mesas de sus casas platicando con sus familias y en una mesa un poco más al fondo están los demás invitados, Conan, Félix y Eric están ahí, incluso mandaron a poner una mesa más para los guardias lo cual es extraño, ya que casi no lo hacen, Medras está ahí aun llevando su armadura.

Tomo mi copa de vino mientras sonrió como nunca, pues a mi mente vuelan todos los recuerdos de ayer, todas las emociones... Admitiré que no pensé que Conan y yo fuéramos tan obvios, según a mi vista no lo somos, pero todos los demás pudieron darse cuenta sin que nosotros lo supiéramos, claramente no quise admitirlo frente a Conan, lo hecho...hecho esta, me alegra que mis amigos lo tomaran tan bien, fue como una revelación que necesitaban que pasara.

Todo este día fue tan ajetreado que no tuvimos tiempo de platicar, ya que todos estaban ayudando a alguien o haciendo cosas por todo el castillo para la cena de hoy, nadie sabe el porqué de esta cena, ni porque invitaron a todas las casas, es una cena sorpresa y de tan solo pensarlo me dan náuseas de saber que pasara.

CORONADO: EL AMANTE DEL PRÍNCIPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora