Demons [Supernatural]

Faith II

Sam estacionó el Impala cerca de la gran carpa blanca y bajó junto a Julia para ambos ayudar a Dean.

—Te tengo— le dijo Sam

—Yo puedo— se quejó sin despegar su vista de la carpa —Son unos mentirosos, dijeron que veríamos a un doctor—

—Estoy bastante segura de que dije especialista— recordó Julia enganchando su brazo con el de Dean para brindarle apoyo

—Se supone es bueno— informó Sam

—No puedo creer que vayamos a ver a alguien que cura en una carpa— comentó

—El reverendo es un gran hombre— les dijo una señora

—Sí, es fabuloso— la menor lo miró mal por su sarcasmo

—Tengo derecho a protestar, es un fraude— escucharon a un hombre que hablaba con la policía —Le quita el dinero a la gente—

—Este es un lugar de devoción, vamos, muévase— ordenó el policía

—Supongo no es parte del rebaño— comentó Dean

—Cuando no se puede explicar algo, hay controversia— opinó Sam

—Vamos, Sam, Lia, ¿un sanador de fe?— les dijo

—Tal vez sea hora de tener un poco de fe—

—¿Saben en qué tengo fe? En la realidad, en saber qué está pasando— les dijo, los dos negaron divertidos

—¿Cómo puedes ser escéptico con las cosas que se ven?— preguntó Sam

—Exacto, sabemos que son reales—

—Si hay maldad, ¿por qué no puede existir el bien?— opinó Julia

—Vi lo que hace el mal—

—Quizá Dios tiene formas misteriosas— dijo una rubia deteniéndose frente a ellos

—Quizá— la menor rodó los ojos por el cambio de actitud de su amigo al ver a la chica frente a ellos —Me diste un giro con el tema—

—Sí, seguro—

—Soy Dean, él es Sam y ella es Julia— se presentó ofreciéndole su mano libre

—Layla— respondió aceptando la mano del mayor —Si no eres creyente, ¿por qué estás aquí?—

—Es que mi hermano y mi mejor amiga creen suficiente por los tres— contestó

—Vamos Layla, va a comenzar— dijo una señora acercándose a la chica, las dos les sonrieron y entraron al lugar

—Apuesto a que ella tiene formas misteriosas— comentó Dean

—Ni muriéndote cambias— murmuró la chica

—Paz, amor y confianza por todas partes— comentó el mayor mirando una cámara de seguridad, este se iba a sentar en una de las sillas en la parte trasera del lugar, pero Sam negó tomando su brazo

—Ven—

—¿Qué estás haciendo? Siéntate— le dijo

—Iremos adelante—

—¿Qué?, ¿por qué?—

—Vamos— Julia lo jaló del brazo

—Vamos, Sam, Lia— se quejó

—¿Estás bien?— preguntó su hermano

—Esto es ridículo, quítate— dijo alejando a Sam, pero no queriendo alejar a Julia porque sabía estaba enojada con él y no quería hacerla enojar más