Demons [Supernatural]

Phantom Traveler III

—¿Estás tarareando Metallica?— preguntó el menor al escuchar murmullos

—Eso me calma— respondió su hermano, Sam negó

—Dee, se que estas nervioso pero tienes que estar concentrado ¿si?— comentó Julia

—Está bien—

—Quiero decir, tenemos 32 minutos para rastrear esta cosa o a quien esté poseyendo y hacer un exorcismo completo— recordó el pelilargo

—En un avión lleno, eso será fácil— dijo con sarcasmo

—Solo tómalo un paso a la vez, ¿si?— pidió Sam —Ahora, ¿Quién esta poseído?—

—Bueno, normalmente será alguien con alguna debilidad, un punto débil por donde el demonio pueda entrar— explicó el mayor —Alguien con una adicción o alguna forma de angustia emocional—

—Dime que adicción al café no cuenta— comentó la chica en un intento de hacer reír al chico, pero este la miró mal

—Bueno, este es el primer vuelo de Amanda después del accidente— recordó Sam —Si yo fuera ella, estaría bastante mal—

—Disculpa, ¿tú eres Amanda?— preguntó Dean a la azafata que pasaba a su lado, esta negó —Perdona—

—Tiene que ser esa de atrás— comentó la menor señalando con su cabeza la parte trasera del avión

—Iré a hablar con ella y examinaré su estado mental— dijo Dean

—¿Y si ya está poseída?— le dijo Sam

—Hay formas de probar eso— comentó el rubio para sacar una botella con agua bendita de su bolso —Traje agua bendita—

—No, podemos ser más sutiles— dijo el menor para quitarle la botella y guardarla —Si está poseída, se estremecerá al oír el nombre de Dios—

—Ah, bien—

—Oye— lo detuvo la chica cuando se paró  —Dilo en latín—

—Ya se—

—Oye— el chico se volteó para mirarla mal —En latín es Cristo—

—Lia, eso ya lo sé, no soy idiota— le dijo para irse

—Sabes que lo sabe— le dijo Sam riendo

—Lo sé, solo me gusta molestarlo— ambos rieron y esperaron al mayor, quien regresó pocos minutos después

—Ella tiene que ser la persona mejor adaptada del planeta— les informó

—¿Dijiste Cristo?— preguntó Sam, este asintió —¿Y?—

—No hay demonios en ella, ni entrarán a ella— comentó

—Entonces si está en el avión puede ser cualquiera y en cualquier lugar— murmuró la ojiazul, entonces hubo una turbulencia y Dean tomó la mano de su amiga con fuerza

—Eso no puede ser normal— se quejó

—Oye, es sólo una turbulencia— lo tranquilizó Sam

—Este avión se va a estrellas así que dejen de tratarme como si tuviera cuatro años— les dijo

—Dean, estas nervioso, necesitas calmarte— pidió la menor

—Lo siento, no puedo—

—Sí puedes—

—Hermano, Lia, guárdense las tonterías de auto ayuda de yoga, no están ayudando— regañó

—Si entras en pánico estás abierto a ser poseído— le dijo Sam acercándose a el, provocando que la chica se encogiera en su asiento —Así que necesitas calmarte ahora mismo—