Devils Trap III

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—Auch— se quejó Julia cuando Ian le pasó el algodón con alcohol cerca de su ceja partida.

—Perdón—

El grupo había escapado de los departamentos y se habían alejado lo más posible de la ciudad, terminando en medio de un bosque en una pequeña cabaña. Mientras Sam terminaba de cubrir todas las entradas con sal, Ian curaba a su hermana y Dean salía de la habitación donde había estado curando a su padre.

—¿Cómo está?— preguntó el menor

—Necesita descansar, es todo— contestó —¿Ustedes?—

—Sobreviviremos— dijo Julia para volver a quejarse

—¿Creen que nos hayan seguido hasta aquí?— preguntó Sam

—No lo sé, no lo creo— admitió Dean —No podíamos encontrar un lugar más apartado para escondernos—

—Dean, tú...nos salvaste la vida—

—Te alegra que haya traído el arma, ¿no?—

—Vaya, estoy tratando de darte las gracias— río Sam, Julia sonrió

—De nada—

—Chicos— los tres lo miraron —¿El tipo al que disparé? Había una persona allí—

—Lo había, pero no tenías alternativa Dean— admitió Ian, los dos conectaron miradas, el nombrado sorprendiéndose que el pelinegro estuviera de acuerdo con él

—Lo sé, no es lo que me molesta—

—Entonces ¿qué es?—

—Matar a este tipo, matar a Meg...y yo ni lo dudé, ni siquiera parpadeé— Julia se levantó de la mesa para acercarse a ellos, Ian quedó en su lugar aún no sintiéndose bienvenido en este tipo de platicas —Sea por ti, por papá o por Lia, lo que estoy dispuesto a hacer, incluso matar...me asusta a veces—

—No debería, actuaste bien— comentó John saliendo del cuarto

—¿No estás enojado?—

—¿Por qué?—

—Por usar una bala—

—¿Enojado? Estoy orgulloso de ti— afirmó —Sam, Ian y yo podemos obsesionarnos, pero tu...tú cuidas de esta familia, siempre lo has hecho—

—Gracias— las luces empezaron a parpadear así que todos se acercaron a la ventana

—Nos encontró, está aquí— dijo Ian

—El demonio—

—Sam, Julia, líneas de sal, en cada ventana y puerta— ordenó

—Ya lo hice—

—Bueno, revisen— ambos se fueron al cuarto para revisar —Dean, ¿tienes el arma?—

—La tengo—

—Dámelo—

—Sam trató de darle al demonio y se esfumó— explicó Dean, Ian miró la situación con el ceño fruncido acercándose a Dean

—Lo haré yo, no fallaré, el arma rápido—

—Dean, no— dijo Ian tomándolo por el hombro, este miró el arma en sus manos y luego a su padre

—Hijo, Ian, por favor— Dean simplemente retrocedió junto a Ian —Dame el arma, ¿qué hacen?—

—Estarías furioso—

—¿Qué?—

—Porque malgaste una bala—

—Y porque deje que Dean pusiera en riesgo el arma— continuó Ian

Demons [Supernatural]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora