Hyeonji
No doy ni dos pasos fuera del restaurante cuando ya estoy derramando lágrimas como una desquiciada.
No comprendo por qué mamá tuvo que sacar a relucir ese tema sabiendo lo sensible que me pone. Es verdad que preferí ignorar su consejo, pero tampoco es mi culpa haber sigo engañada por un experto en mentiras.
Mientras voy caminando abrazándome a mí misna, recuerdo los momentos que compartí con Sewon. Al principio no me llamó para nada la atención ya que mi enfoque estaba únicamente en los estudios, pero poco a poco fue calando y abriéndose paso en mi vida.
Aun así, si desde el principio él hubiera sido sincero conmigo, nos hubiéramos ahorrado muchas molestias.
—¡Choi Hyeonji! —giro hacia donde me han llamado pero acelero el paso al darme cuenta de quién ha sido—. ¡Ey, espera! —me alcanza a tomar del codo, cosa que impide que yo siga avanzando en mi plan de huir.
Porque sí, estoy huyendo.
—¿Qué quieres? Ssi te ha enviado mi madre, déjame decirte que estás perdiendo tu tiempo.
Niega con la cabeza. Le presto más atención y entonces noto que está encorvado con las manos sobre las rodillas y respirando con dificultad. Habrá tenido que correr para alcanzarme puesto que estamos bastante lejos ya del restaurante.
—Ten, bebe un poco —le ofrezco un poco de agua. Menos mal que siempre acostumbro cargar conmigo una botella de aquel líquido vital—. ¿Ya estás mejor?
—Si, gracias —intenta devolverme la botella pero niego.
—Puedes quedartela.
—En ese caso déjame comprarte una nueva.
Acepto solo para no hacerle el feo y juntos continuamos el camino en completo silencio, lo cual agradezco.
—Espérame aquí, ya regreso —pide e ingresa a la tienda de conveniencia que hemos encontrado.
Mientras espero a su regreso, vuelvo a pensar en lo que ha sucedido en el restaurante y quiero tirarme del cabello debido a la vergüenza. No puedo creer que le haya hablado así a mi madre, y peor delante de dos adultos más. Me siento como esas hijas irrespetuosas y malcriadas que suelen aparecer en los dramas.
—Soy una tonta —me reprocho—. No debí haber hecho eso.
—Primero, no eres una tonta —su repentina aparición me asusta un poco, recibo la botella de agua ya abierta y bebo un poco—. Y segundo tienes razon, no debiste hacerlo.
Siento mi semblante decaer. Se acerca un poco y tras pedir permiso limpia el rastro de lágrimas secas de mis mejillas. Su tacto se siente caliente y me ayuda a sentirme mejor.
—Estaba enojada —intento defenderme.
—Pude notarlo, y no te juzgo por ello. Si mi madre empezara a hablar de algo que sabe me incomodaría, yo tambien hubiera reaccionado de esa manera.
—Siento que me estás consolando. ¿Por qué lo haces? —encoge los hombros—. Como sea, igualmente te agradezco.
—No es nada.
—Por cierto, ¿no deberías estar allá?
Mete las manos a los bolsillos de su pantalón de mezclilla y baja la mirada al suelo.
—La verdad, yo tampoco quería estar ahí —mi ceño se frunce.
—¿Por qué?
Vuelve a encoger los hombros.
—Qué difícil es esto, ¿no? Tener que ser obligados a hacer algo que claramente no queremos.
Guardo silencio por un segundo. ¿Acaso está diciendo que en realidad no deseaba festejar su cumpleaños? ¿O es que he captado mal?
—¿Tienes hambre? —pregunta de repente—. Porque yo sí —sonríe. Sonríe y esa mera acción dispara mi ritmo cardíaco.
Giro el rostro hacia otro lado esperando que no se de cuenta de lo que su sonrisa acaba de ocasionarme.
—Si quieres, puedo invitarte a comer algo, como regalo de cumpleaños —ofrezco.
—Declino. Ya me diste un obsequio, lo cual agradezco, ademas preferiría comer sin tener que recordar que hoy es mi cumpleaños, la verdad.
Quisiera gritarle un enorme POR QUÉ, pero asumo este debe estar reflejado en mi rostro ya que empieza a reír.
—Bien, entonces solo vayamos a comer —accedo.
—Genial. Te llevaré a un buen lugar que queda por aquí cerca, la comida es deliciosa asi que estoy seguro que te va a encantar.
Sigo sus pasos muy de cerca, pensando en la razón por la que mi corazón se aceleró —lo cual me resulta irreal— y obligandome a olvidar lo sucedido horas atrás. Ya tendré tiempo para pensar en eso cuando esté sola. Además, debo hablar con mamá al respecto ya que no es dable que ande soltando lo que no se sabe así nada más.
Si me dieran a elegir, borraría todo lo vivido con Park Sewon de mi mente. Y de mi vida también.
*Total de palabras: 754.
Ahora uno desde el point of view de la prota. ^^
La verdad, no pensaba escribirlo, pero salió solo, así, #al_natural y confieso que amé escribir este capítulo. ♡
ESTÁS LEYENDO
𝐃𝐄𝐀𝐑 𝐁𝐎𝐘 ━𝐉𝐇𝐒 #EBOxA24
Fanfiction𝐃𝐁| ❛❛Querido niño, déjame decirte que tu sonrisa es la más hermosa que haya visto jamás.❜❜ Hoseok trabaja en una pastelería después de clases, y por casualidades del destino comienza a recibir cartas cuyo emisor desconoce pero que expresa un...