14. La culpa es de mamá

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Tarareo la canción que resuena desde mi celular y doy un giro siguiendo el ritmo de la música. Continúo la limpieza de mi habitación pero al final suelto la escoba y termino haciendo la coreografía de la canción hasta que esta llega a su fin.

Justo en eso mi celular suena a la par en que la puerta de mi habitación es abierta. Levanto la mirada y mi pie resbala al ver de quién se trata.

—Creo que volveré en otro momento.

—¡Espera!

La puerta se cierra y yo quedo ahí, tirado en el suelo y muerto de vergüenza, queriendo que la tierra se abriese y me trague.

Me levanto y agarro mi teléfono para ver quién ha llamado, pero al ver que ha sido mamá y que la hija de su amiga ahora está aquí, puedo hacerme una idea de qué era lo que quería decirme.

Suspiro y salgo de mi habitación sin importar que aún no termino de limpiar y voy a la sala.

—Sí, está bien —le escucho decir—. No... —parece vacilar en lo que va a decir lo cual me genera curiosidad—. Si, adiós.

Cuelga y suspira. Soy un mero espectador, sin embargo me siento cual acosador por lo que decido aparecer delante de ella.

—Entonces...

—Oh, hola —se pone de pie de un brinco y me mira—. Mamá me envió por unas cosas que tu madre dijo que tenía para ella, pero no está así que... —se detiene al darse cuenta de que me he quedado mirándole sin decir nada—. Creo que hablé muy rápido —ríe nerviosa.

—No te preocupes —digo intentando aligerar el ambiente que por alguna razón se tornó tenso—. ¿Qué es eso que vienes a ver?

En realidad quisiera preguntarle con quién y de qué hablaba, pero no tengo el derecho. Además, no tenemos la confianza suficiente como para hablarnos como amigos.

Desde aquella vez en el parque de diversiones, no volví a saber de ella, y de eso hacen ya casi tres semanas. Me sorprende que mamá no haya preguntado al respecto ni insistido en que saliéramos de nuevo, pero preferí no decir nada por temor a ponerme en una situación incómoda.

—No sé con exactitud lo que es, pero dijo algo de que estaba en la cocina.

—Ya veo.

Así que por eso había hecho tanta comida.

Voy a la cocina y saco de la nevera varias bandejas con guarniciones, las coloco en una bolsa y las empujo sobre el mesón hasta donde ella está.

—¿Todo esto? —asiento—. Daebak.

—¿Necesitas ayuda? —pregunto al ver que podría resultar ser pesado.

—No te preocupes, puedo hacerlo so- —la bolsa casi se le cae.

—Vamos, te ayudo.

Su rostro se torna un poco rojizo así que para ahorrarle malestar me adelanto y salgo primero del interior de la casa. Según sé, esta chica y su madre ahora viven a dos cuadras de nuestra casa, por lo que acompañarla hasta allá no debería de suponer ningún problema.

—Es aquí —nos detenemos fuera de una casa con acabado moderno—. Gracias por ayudarme —me quita la bolsa y como puede se las ingenia para ingresar al interior de la casa.

Me doy vuelta y regreso a terminar lo que dejé a medias en mi habitación. O eso planeo hacer, hasta que me encuentro a la persona que menos esperaba ver ahora.

—Hoseok, cariño, ¿cómo has estado? —pregunta afable.

—Muy bien, ¿y usted?

—He tenido días mejores —su gesto cansado me hace caer en cuenta de sí, lleva un conjunto de pantalones blancos, una blusa celeste que reluce una enorme mancha de café en ella y encima un chaleco también blanco.

—¿Todo bien?

—Nada de qué preocuparse —alega—. Por cierto, dile a tu madre que nos veremos el fin de semana, como acordamos —esta vez sonríe en grande, opacando así el gesto de penuria que tenía primero.

No entiendo, pero igual asiento asegurando que le diré lo que me ha pedido y me despido de ella. Nos encontramos en media calle, justo en la mitad del callejón que lleva a su casa. Entonces recuerdo el motivo por el que tuve que salir de mi cálido hogar y apresuro el paso debido a la vergüenza que me invade.

La culpa es de mamá, le va a costar muy caro el haberme hecho pasar semejante bochorno y se lo haré saber.

La culpa es de mamá, le va a costar muy caro el haberme hecho pasar semejante bochorno y se lo haré saber

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𝐃𝐄𝐀𝐑 𝐁𝐎𝐘 ━𝐉𝐇𝐒 #EBOxA24Donde viven las historias. Descúbrelo ahora