08. La chica del baño = vergüenza

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Ah, dulce y mullida cama.

Vuelvo a cerrar los ojos y me abrazo a la almohada después de haber apagado la alarma que olvidé desactivar la noche anterior.

Me siento agotado, pero por alguna razón no consigo dormir de nuevo. Y es peor aún porque, tras pocos segundos, la puerta de mi habitación suena y capta mi atención. No respondo, sin embargo, con la esperanza de quién sea que toque, se vaya y me deje seguir con lo mío: intentar conciliar el sueño una vez más.

—¡Hoseok, mamá quiere que salgas a ayudar! —grita noona en un tono que identifico como irritado puesto que no he respondido a su llamado—. ¡Hoseok! —vuelve a gritar.

—Ya voy.

—¡Mamá, dice Hoseok que ahora va! —grita y sus pasos comienzan a alejarse.

Inspiro, resignado, y salgo de mi cuarto para ir al baño y arreglar mi cara de sueño.

—¡Está ocupado!

Pero es muy tarde. Cierro la puerta de nuevo a la velocidad de la luz y me giro, pestañeando una y otra vez.

—Juro que no vi nada —intento defenderme.

Aunque es cierto, no alcancé a ver nada más que una figura difusa.

La puerta se abre y una chica, que no recuerdo forme parte de mi alocada familia, aparece con las mejillas rojas y tratando de ocultar su rostro. Giro el mío como un acto reflejo, como si quisiese atenuar un poco la vergüenza que siente.

—Por favor, no digas nada —pide y se marcha, sin darme oportunidad de alegar algo.

Arrojo el aire que tenía retenido. Entro al baño y procedo a hacer lo que en un inicio venía. Me doy una cortísima ducha, cepillo mis dientes y bajo las escaleras hasta la sala.

Allí, me encuentro con mi madre riendo como si no hubiese un mañana junto a mi padre y una mujer que no consigo verle el rostro.

—Oh, cariño, ya has despertado —dice mi progenitora ni bien verme—. Ven, por favor.

Aunque el tono dulce en su voz es algo habitual en ella, me resulta extraño que me llame con tanta delicadeza.

—Buenos días —saludo con una reverencia.

—¡Hoseok! Pero mira nada más cuánto has crecido —la mujer me abraza con tanta euforia que aunque quiero alejarla un poco me da recelo pensar que puedo llegar a hacerle sentir mal—. Y estás tan guapo —sonríe aún más.

Miro a mamá cuando la mujer vuelve a tomar asiento.

—Ella es Garam. No la recuerdas porque eras muy pequeño cuando se mudó a América —indica.

—Un gusto saludarla, señora.

—Ay, no, no me llames así por favor —pide riendo—. Puedes decirme mamá.

—¿Mamá?

—¿Mamá? —secunda una voz femenina.

Levanto la mirada y me encuentro con la chica del baño. En un instante el rostro empieza a arderme debido a la vergüenza.

—Salí solo dos minutos, y ya buscas reemplazarme —su voz sonando ligeramente ofendida—. No puedo creerlo, es inaceptable.

—Estoy considerando seriamente en prohibirte ver más dramas —estipula la mujer, bebiendo con gracia el jugo que mi madre le ha ofrecido.

—Perdón pero, no estoy entendiendo nada —acoto, ya sin poder soportarlo más—. Sin ánimos de sonar grosero, ¿quién es usted?

—Hoseok, cielo, ya te he dicho que es Garam y que...

—No, mamá, me refiero a ella —señalo a la chica.

—Ella es...

—Mi nombre es Hyeonji, su hija —apunta a su madre, interrumpiendo su hablar.

—Sí, eso que acaba de decir.

La mujer suena completamente resignada, como si estuviese cansada de batallar contra algo. Supongo que la chica tiene algo que aquí en Corea llamamos formalidad, pero es comprensible, teniendo en cuenta que han estado viviendo en América.

—No, Hoseok, incluso de niña ya era así —argumenta la señora Garam, como si hubiese estado leyendo mis pensamientos—. Irritante e irrespetuosa.

Levanto las cejas ante la sorpresa. Mientras que la mujer continúa bebiendo de su jugo, la chica no hace más que mirarla indignada.

Prefiero pasar de todo y simplemente me siento, supongo que la chica ha de pensar igual puesto que también se sienta y no vuelve a decir más nada.

Prefiero pasar de todo y simplemente me siento, supongo que la chica ha de pensar igual puesto que también se sienta y no vuelve a decir más nada

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Pd. La de la vergüenza 🤣👍

𝐃𝐄𝐀𝐑 𝐁𝐎𝐘 ━𝐉𝐇𝐒 #EBOxA24Donde viven las historias. Descúbrelo ahora