𝐃𝐁| ❛❛Querido niño, déjame decirte que tu sonrisa es la más hermosa que haya visto jamás.❜❜
Hoseok trabaja en una pastelería después de clases, y por casualidades del destino comienza a recibir cartas cuyo emisor desconoce pero que expresa un...
Inclino un poco la cabeza hacia arriba, sosteniendo con una mano el sombrero que traigo puesto y llevando la otra a la altura de mi cabeza, frente a mis ojos, mirando la palma abierta que brilla debido a la luz del sol.
Instantáneamente y sin poder evitarlo, sonrío.
-Hyeonji, cariño, bebe un poco de agua -ofrece la señora Kwang.
Acepto la botella que me ofrece mientras desvío la mirada a mi lado izquierdo, en donde Hoseok junto a su padre y hermano ya se encuentran armando una carpa que nos proteja del sol. Las mujeres de la familia Jung, mi madre y yo, esperamos bajo la sombra que un enorme árbol nos brinda.
-Se te van a caer las babas -me sonrojo ante el comentario sin tacto de mi progenitora, aunque no sé si por la vergüenza o por el enojo. Tal vez ambas.
-¿Por qué se me tendrían que caer? -digo acercándome a ellas.
La mamá de Hoseok y su hermana se miran entre ellas.
-Creo que son adorables -comenta su madre.
-Yo pienso que van un poco lento -acota en cambio su hermana.
-Eonni -me quejo ante su comentario. De las tres, pensé que era sería mi salvavidas, pero ahora me doy cuenta que en realidad podría ser el ancla que termine de hundirme.
Las mayores ríen, mientras que Jiwoo eonni me brinda una corta pero cálida sonrisa. Suspiro sintiéndome derrotada y me acomodo lejos de ellas, bastante lejos.
Hace unas semanas mamá me encontró chillando en mi habitación, toda sonrojada y envuelta en pánico, después de que regresamos de casa de los Jung. En un principio se asustó, pero tras comprender por dónde iba la cosa, prácticamente me obligó a, según ella, ponerla al día. Así que tuve que explicarle todo, omitiendo ciertas partes, claro -como lo del baño de nuestra casa-. Pensé que me daría un consejo o entendería un poco, pero en lugar de eso lo que obtuve fue un ataque de risa por su parte y el martirio de no poder estar tranquila ni un segundo durante lo que quedó de fin de semana.
Después fue y le contó todo a la madre de Hoseok, justo cuando ella tejía un lindo suéter en color celeste agua en compañía de su hija mayor. Así que todo resultó en un bochorno para mí.
-Tranquila, en realidad mamá sería la más feliz si decidieras salir con mi hermano -dice Jiwoo eonni acercándose a mí de la manera más sigilosa posible.
Creo ni siquiera emitió sonido.
-¿Qué? -mi voz suena cargada de sorpresa, luego niego con la cabeza con tanta fuerza que el sombrero termina cayendo sobre el pasto-. Aunque así fuera, quien debe de decidir aquí es Hoseok, no yo.
Tanto ella como yo llevamos la mirada a él, que ha terminado de montar solo la carpa y ahora le tiende una botella de agua a su padre, a pesar de que el hombre en cuestión no hizo más que renegar por no conseguir un resultado favorable.
-¿Consideras que él no haya tomado una decisión ya? -regresa la mirada a mí, sus ojos afilados me asustan un poco cuando su mirada y la mía chocan-. Sé que eres tú quien envía las cartas anónimas a mi hermano -confiesa y siento que todo mi mundo se tambalea ante sus palabras.
-¿Có-cómo? Yo... yo no -intento decir algo, lo que sea, pero nada razonable sale de mi boca.
-No te estoy juzgando por ello -dice de manera tranquilizadora.
-Él... -dudo un poco-. ¿Hoseok lo sabe?
Jiwoo eonni niega y yo siento que el alma me ha vuelto al cuerpo.
-¿Por qué no le confiesas que eres tú? -no respondo-. ¿Tanto te asusta? -Asiento, ella suspira.
Guardamos silencio porque Hoseok se acerca con jugo embotellado en las manos, deduzco que para nosotras. Le agradezco en voz muy baja, lo cual le hace fruncir el ceño.
-¿Estás bien? -asiento sin emitir sonido debido al pánico que repentinamente me ha invadido. Miro se reojo que ahora dirige su atención a su hermana-. Noona, ¿qué le dijiste?
El tono de su voz suena mortalmente serio, distando por completo con su actitud tranquila y relajada a la que habitualmente estoy acostumbrada.
-¿A qué te refieres? -ella mira a su hermano con una intensidad que me desconcierta-. No soy yo quien le ha hecho algo, en realidad.
El ceño fruncido de Hoseok se acentúa más. Antes de que pueda suceder una confrontación -cosa que luego dudo mucho que pase-, el señor Jung lo llama solicitando su presencia, así que Hoseok no tiene más opción que regresar a donde su padre.
Escucho cómo eonni suspira con pesadez.
-No debería meterme, y tampoco pienso hacerlo -dirijo mis ojos a los suyos, un poco más pequeños que los de Hoseok y Minkyu-, pero si me dejas darte un consejo -mira a su hermano un segundo y luego a mí de nuevo-, considera la opción de sincerarte tú también contigo misma.
Se levanta, apretando con suavidad mi hombro en un gesto de cariño, y luego regresa con las madres para ayudarles con el almuerzo.
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*Total de palabras: 847.
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He estado revisando la historia, y creo que aún queda uno o dos capítulos más para que llegue a su fin, así que todavía tendremos un poco más de los H&H <3
