Después de una jornada muy larga, finalmente llego a casa.
Los fines de semana siempre la pastelería se llena. Todo el día hay que estar preparando distintas masas y hornenado nuevos postres y pasteles porque a la gente se le antoja darse un gustito dulce.
Y ahora que Youso no estaba, fue mucho peor.
—Ya estoy en casa —anuncio.
Papá, sentado en el mueble y sosteniendo una revista, me mira sobre sus lentes gruesos. Sonríe y me invita a tomar asiento a su lado, cosa que no dudo en hacer porque, siendo honesto, estoy seguro de que no podré avanzar dos pasos más sin caer debido al cansancio.
—¿Qué tal todo en la pastelería? —indaga, dejando de lado la revista y enfocando su atención en mí.
—Bien —respondo, alargando la segunda vocal y obteniendo una risa leve por su parte.
—Al menos has sobrevivido —señala.
—Dentro de lo que cabe —no puedo evitar susurrar.
—Es bueno saberlo.
Hago un intento de sonrisa, aunque es más una especie de mueca entre el sufrimiento y la alegría. La verdad, no sabría especificar con exactitud.
—Hola, hyung, ¿qué tal todo?
Giro un poco hacia donde se encuentra mi hermano menor, Minkyu, mientras avanza de largo hacia la cocina, impidiendo que consiga responder.
—Siempre tan tranquilo —comenta papá con un tono sarcástico.
Esta vez sí me rio.
—Déjalo, papá, algún día tendrá que madurar y aprenderá a tomarse la vida con calma.
Los ojos de mi progenitor me miran de una manera extraña.
—A veces hablas como si hubieses vivido mil vidas —encojo los hombros ante su comentario—. Como sea, ve a lavarte las manos y el rostro, mamá no ha de tardar en servir la cena —ordena.
—Bueno.
Voy al baño y tal como mi padre dijo, hago. Regreso a la sala pero no me detengo ahí y voy derecho a la cocina.
—¿Y Jiwoo? —pregunto, al no ver por ningún lado a mi hermana mayor.
—Noona se quedará haciendo horas extras —responde Minkyu, ganándose una reprimenda por parte de mamá al hablar con la boca llena—. Está bien, lo siento. No lo volveré a hacer.
Ruedo los ojos. Mi hermano menor, que tiene trece años, es como una especie de político en ascenso, siempre promete pero nunca cumple lo que dice.
La cena es bastante amena y tranquila, casi no hablamos —lo cual agradezco, porque no creo poder hablar lo suficiente sin que se me note el cansancio—, sin embargo cuando lo hacemos es sobre temas esenciales y meramente importantes —desde la perspectiva paternal—. Así que cuando termino de cenar, me pongo de pie agradeciendo y dejo lavando lo que utilicé.
—Iré a dormir. Buenas noches.
—Buenas noches, mi cielo —mamá besa mi mejilla con cariño y acaricia con ternura mi cabello.
—Que descanses, hijo.
—Ustedes igual.
—Buenas noches, hyung.
—Sí, buenas noches para ti también.
Una vez entro a mi habitación, no me abstengo más y termino arrojándome sobre la cama.
Realmente me siento muy cansado y lo único que deseo es dormir. No obstante, una textura decide hacer acto de presencia, trayendome a memoria lo acontecido hoy por la tarde. De solo pensar en ello se me ruborizan las mejillas.
—Dios mío, debo estar loco —susurro para mí mismo—. Es imposible que alguien a quien desconozco me haya hecho sentir de tal manera.
Me niego a creerlo. Sin embargo, al rememorar las palabras transcritas en el papel —que por si fuera poco aún conservo en los bolsillos de mis pantalones— no puedo evitar volver a experimentar la misma sensación. Ese calor que me envuelve e intenta desesperadamente con hacerme sufrir.
—No, yo debo descubrir de quien se trata —digo, sentandome sobre la cama y pensando en alguna manera de conseguirlo—. Pero lo haré mañana —me arrojo de nuevo sobre la cama.
Un par de minutos después ya he caído en un sueño profundo del que no deseo volver más nunca.
*Total de palabras: 650.
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𝐃𝐄𝐀𝐑 𝐁𝐎𝐘 ━𝐉𝐇𝐒 #EBOxA24
Fanfic𝐃𝐁| ❛❛Querido niño, déjame decirte que tu sonrisa es la más hermosa que haya visto jamás.❜❜ Hoseok trabaja en una pastelería después de clases, y por casualidades del destino comienza a recibir cartas cuyo emisor desconoce pero que expresa un...