Cuando pare la tormenta

Menos dieciséis

Siempre te escucharé. Créeme que aunque se me caiga el mundo en pedazos te escucharé, porque me importa más que no se desmorone el tuyo.

Escucharé todo lo que quieras decir, todas las historias de tus demonios, escucharé como ves el mundo desde tu propia perspectiva, este mundo que algunos ven tan claro, y que tu sigues viéndolo en llamas con las casas ardiendo a tu alrededor.

Y claro que me duele escucharte, claro que me duele verte mal y no poder hacer nada. Me duele porque te quiero, y me da tanta rabia no poder ayudar hasta un punto en el que quiero llorar. 

Yo en cambio me refugiaré en el cielo, me refugiaré aquí. Y aunque suene raro que un par de párrafos me hagan sentir segura, es así. Me refugiaré perdiendo el tiempo a la vez que pierdo cada uno de los cachos de mi alma, que siento que se van todos poco a poco. Cada vez que escucho algún comentario lo siento. Siento que se me va uno más, y le digo a mi mente que queda uno menos, pero que aun así son suficientes para verme entera aunque por dentro esté todo hueco.

Lo que menos quiero es derrumbarme, no quiero que me vean caer, ni mucho menos que me vean vacía o como realmente estoy, partida a cachos.

Yo de verdad quisiera realmente que fueras feliz, pero lamentablemente, una muestra de amor o un deseo no lo consigue, porque si fuese por amor serías la persona más jodidamente feliz de la galaxia entera.