Capítulo 29

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El día siguiente nos atrapó aún despiertos en la biblioteca de Dillon y antes de que el sol saliera, Dillon nos dejó en nuestras casas, a excepción de Eithne quien bajó conmigo

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El día siguiente nos atrapó aún despiertos en la biblioteca de Dillon y antes de que el sol saliera, Dillon nos dejó en nuestras casas, a excepción de Eithne quien bajó conmigo. Las clases al igual que el resto del día trascurrieron con normalidad a pesar de estar cansados y cuando el horario escolar dio fin, mi madre no se contuvo he hizo toda clase de preguntas hacia Eithne en las cuales Dillon la ayudo para no desbordar la paciencia de mi mamá.

Cuando dejamos eso en claro, llegó el turno de Dillon en obtener los permisos de todos nuestros padres para poder acompañarlo a Dublín durante la semana de vacaciones. Obtener el permiso de mis padres no fue complicado al darle todos los detalles de seguridad que rodeaban su casa al igual que el de la madre de Darren. Pero todo se complicó cuando intentó que la madre de Eithne aceptara, y ante el doceavo no, mi madre intervino un poco teniendo una conversación casual con ella ante un plan planeado por Darren para encontrarse ambas en el mercado cercas de la panadería, al cual la madre de Eithne solía ir cada jueves después del trabajo.

—¡Me dejó ir! —escuché a Eithne gritar a medida que cerraba mi casillero.

Atrás de ella, apareció Darren quien no tardó en celebrar con un eufórico grito

—¿Y ya empacaste? Nos vamos hoy a las seis.

Eithne negó restándole importancia.

Un día antes, la respuesta de su madre seguía siendo negativa, y tanto Dillon como yo nos habíamos dado por vencidos.

—Soy experta empacando, en media hora tengo todo listo —aseguró con una amplia sonrisa.

Cerré mi casillero y me despedí de Eithne.

Hacia mi camino al salón de literatura, fui alcanzada en paso por el rubio a quién había dejado plantado el lunes y con quien tenía una cita al salir de clases.

—¡Hola! ¿Cómo va tu día? —me saludó de manera animosa no dudando en presumir su perfecta y blanca dentadura.

—Aún no empieza la primera ahora, así que por el momento responderé que tan solo estoy tratando de existir esta mañana.

Cillian rio ante mi respuesta.

—¿Te veo en la entrada la salida?

Asentí.

Ambos seguimos caminando al mismo ritmo por un par de pasos hasta dar con el pelirrojo con el que conviviría por una semana. Dillon saludó a Cillian de manera breve para después depositar su atención en mí.

—¿Tienes tus maletas listas? —preguntó Dillon y asentí como respuesta— Dile a Darren que lleve su pasaporte consigo, y tú también, lo van a necesitar.

—¿Para qué?

Dillon volteo rápidamente hacia Cillian ante mi pregunta por un breve segundo.

—Lo van a necesitar —respondió sin dar ningún tipo de explicación.

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