Ella Glendalough solo planeaba pasar su último año lejos de problemas, pero ser la chica nueva no es fácil, sobre todo cuando eres rescatada por alguien quien te asegura que eres un hada y que también resulta ser una.
Dillon Fitzgerald no solo es nu...
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Despertar tan temprano en la mañana nunca se me fue fácil, pero el estar en otra ciudad descubriendo cosas nuevas lo volvía sencillo. Los primeros dos días fueros dedicados exclusivamente a recorrer y conocer la ciudad por petición de Darren y Eithne a lo cual Dillon accedió sin mucha dificultad. Nos mostró sus áreas favoritas y los lugares históricos y populares que siempre permanecieron llenos. Cada día que pasaba más me preguntaba el por qué Dillon dejó ir todo con tanta facilidad, la ciudad en si era, en gran escala, mejor que Clifden, y su vida no parecía tan mala.
Cada mañana que abría los ojos me paraba de la cama, me ponía mi abrigo y salía hacia el balcón sin importarme la baja temperatura, y lo primero que veía era las olas del mar chocar contra las rocas. Estaba segura que en verano era el lugar perfecto para pasar todo el día.
Unos sonidos provenientes de mi puerta me hicieron regresar al interior de la habitación y abrirla, sonreí al instante al ver a Dillon parado frente a mí y no tarde en preguntarme qué lugar nuevo conoceríamos.
—¡Dillon! ¡Buen día! —le saludé, dejándolo entrar— Apenas iba a cambiarme para bajar ¿A dónde iremos esta vez?
Mi entusiasmo se veía reflejado en mi tono de voz, pero bajó de nivel al ver la forzada sonrisa que Dillon intentaba mantener.
—Necesitamos ir al lugar de Gwenhwyar, después del desayuno.
Asentí levemente dando mi comprensión a la situación. Nos habíamos desviado del objetivo principal del viaje y a pesar de haber sido una de las mejores cosas que pasaron desde el inicio de año era momento de regresar a la realidad.
—De acuerdo ¿Necesitas que lleve algo? ¿El libro quizás? —ante mi pregunta, respondió de manera asertiva moviendo su cabeza.
—Si, tal vez haya cosas relacionadas. Gwenhwyar tenía una librería enorme a la cual nunca entré, estoy seguro que encontraremos información ahí —afirmó.
—Perfecto, entonces te veo abajo en...
La segunda llamada a mi puerta del día se hizo presente, interrumpiendo mi conversación con Dillon. Una vez más, dejé que la persona entrara, y al instante mi ansiedad se hizo presente; la señora Whelan entró a la habitación entre pasos resonadores debido a sus tacones pegando contra el piso de madera. Su mirada tomó una expresión sorpresiva al encontrar a Dillon pero casi de manera inmediata sonrió.
Por alguna razón me sentía sofocada al sentir su presencia, la formalidad excesiva con la que nos trataba a Eithne, Darren y a mí, al igual que las sonrisas forzadas me hacía pensar que no disfrutaba de nuestra presencia en lo absoluto. Cada vez que deseaba informarnos algo especialmente a nosotros tres lo hacía con Dillon presente y evitaba hablarnos dándole el mensaje a Dillon a pesar de que no le correspondiera.
—Joven Fitzgerald es un gusto poder saludarlo tan temprano —se giró hacia él sin prestarme la mínima atención—. Venía a preguntarle a su invitada si contaba con un vestido adecuado para esta noche. Me preocupa que su padre encuentre a sus invitados un tanto... inadecuados para el evento ¿Quizás podría usted decirme si cree que entre el equipaje de sus invitados haya algo que este dignamente al nivel del evento?
