Chartreuse [Mericcup 2]

16) Tengo que encontrarla...

Narra Hiccup

-¿Estás seguro de esto?- me preguntó Natalia por séptima vez.

-Sí, he tomado una decisión y ya no hay vuelta atrás- respondí mientras tomaba la canasta con provisiones que ella me tendió.

No podía aguantar ni un minuto más sin ver a Mérida. No soportaba la idea de que ella podría estar en cualquier lugar de este extraño mundo perdida, hambrienta y sola. No iba a quedarme de brazos cruzados.

La pelirroja/castaña suspiró y me cedió el mapa. Repasé los posibles lugares a los que Mérida podría ir y llegué a la conclusión de que (a mi parecer) ella debería estar en un bosque. Gracias a Natalia, averigué que no tan lejos de aquí existía otro bosque al que llamaban "El jardín del Edén" que era (Según ella) el bosque más maravilloso y hermoso que pudiese existir. Pero la realidad era que el bosque estaba hechizado para que el que se adentrara no quisiera salir jamás. La razón que provocaba que Natalia dudase en dejarme ir era que si yo entraba a buscar a Mérida, probablemente me perdería y nunca encontraría a Mérida por estar atontado en el encanto de aquel lugar. Pero a mi ya no me importaba. Yo sólo quería encontrar a mi pelirroja favorita, sin importar las consecuencias.

-¿Hipo?- me preguntó en el umbral de la puerta.

-¿Sí?- dije.

-Cuídate- respondió y besó mi mejilla para entrar a su casa a toda velocidad.

Me alejé unos metros de la casa y negé con la cabeza.

-Me caes muy bien, Nats. Pero yo no cambio a Mérida por nada del mundo- susurré más para mi mismo que para ella

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1 día después...

Se suponía que iba a mitad de camino para llegar a donde mi amada y ya me estaba quedando sin comida. Hice una parada en un árbol y cerré los ojos. En verdad necesitaba descansar...

Un fuerte sonido de aleteo me hizo abrir los ojos y lo que vi me dejó en shock.

Mirándome fijamente a los ojos, había un dragón negro de ojos verdes ¿No era...

-¿Chi-Chimuelo?- pregunté con un hilo de voz. El dragón me sonrió de una forma extraña y se pegó a mi cuerpo ¿Confirmado que era Chimuelo? Sí, confirmado-. ¿Qué haces aquí? Se suponía que te habían atrapad... ¡Maldición!

Llevé mis manos a mi frente ¿Cómo era que no se me había ocurrido? ¡Podrían haber secuestrado a Mérida después de que escapó! ¡Qué estupidez fue no pensar en eso!

-Chimuelo, vamos. Tenemos a una novia que salvar.

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Hola a todas mis luciérnagas! Aquí Lu escribiendo alegremente porque sus padres la dejaron volver a escribir ya que la habían castigado por sus notas.

:-( Odio a mi profesora y estoy haciendo esto corto porque mi mamá necesita usar la computadora.

Lu~