Chartreuse [Mericcup 2]

3) Destino

Narrador omnisciente

Las capas protectoras desaparecieron, pero Astrid y Gogo aún seguían cegadas y sin poder moverse.

-Lu, ¿Estás anotando? -preguntó Jessica.

-SÍ, estoy anotando.

Abril apareció con Alicia detrás suyo.

-Hey, Alicia -dijo Valentina-. Ellos son los nuevos.

Alicia se acercó a ellos y los miró de arriba a abajo. Luego les hizo una seña y comenzó a caminar hacia la puerta.

-Vamos ¿A que esperan? -insistió Vanesa.

Alicia caminaba rápido, por lo que tuvieron que apurar el paso para alcanzarla. Luego de subir escaleras, ir para la derecha y para la izquierda, Hipo preguntó:

-¿A dónde nos llevas?

-A mi cuarto.

La siguieron por numerosos pasillos hasta que por fin llegaron. Era una puerta color celeste cielo con la letra "A" pintada.

-Aquí es -sonrió Alicia abriendo la puerta.

Se encontraban en un cuarto con paredes con mosaicos. Había una cama, una mesa de luz de madera y una mesa con seis sillas alrededor. En el medio de la mesa, había un triángulo de cristal.

-Tomen asiento, por favor.

Se sentaron en las sillas, pero Alicia se quedó parada. Tomó la mano de Rebecca, la puso sobre el triángulo y cerró los ojos. Al abrirlos, el color de su iris había pasado de ser celeste a naranja. Comenzó a cantar una canción:

-Más allá de las frías y brumosas montañas, a mazmorras profundas y cavernas antiguas, en busca del metal amarillo encantado, hemos de ir, antes que el día nazca.

Para el antiguo rey y el señor de los Elfos los enanos labraban martilleando un tesoro dorado, y la luz atrapaban y en gemas la escondían en la espada.

Más allá de las frías y brumosas montañas, mazmorras profundas y cavernas antiguas, a reclamar el oro hace tiempo olvidado, hemos de ir, antes que el día nazca.

Los vientos ululaban en medio de la noche,y los pinos rugían en la cima. El fuego era rojo, y llameaba extendiéndose, los árboles como antorchas de luz resplandecían.

La montaña humeaba a la luz de la luna; oyeron los pasos del destino, huyeron y cayeron y fueron a morir a los pies del palacio, a la luz de la luna.

Más allá de las hoscas y brumosas montañas,mazmorras profundas y cavernas antiguas, a quitarle nuestro oro y las arpas, ¡hemos de ir, antes que el día nazca!

Al terminar ella de cantar la canción, pestañeó varias veces y su iris volvió a ser normal.

-Retira tu mano.

Algo asustada, Rebecca sacó la mano y Alicia hizo lo mismo. El triángulo brilló y expulsó un brazalete que tenía una piedra rojiza en el medio. Alicia lo tomó y se lo entregó.

-Hagas lo que hagas, no te lo quites.

Rebecca asintió y Alicia le tomó la mano a Hiro y repitió el proceso. Cantó la misma canción y le entregó un brazalete idéntico al de Becky.

Agarró la mano de Rapunzel, su iris, en vez de volverse naranja, pasó a ser azul oscuro. Alicia cerró sus ojos y cantó:

- Flor que da fulgor

Con tu brillo fiel

Vuelve el tiempo atrás

Volviendo a lo que fue