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Apenas cerró la puerta verificó más de 5 veces que el seguro se encontrase puesto y que nadie pudiese entrar por las ventanas, era algo imposible de hacer ya que era un piso demasiado alto pero aun así lo hacía, se sentía tan raro, su cabeza no pensaba, simplemente el miedo corría por su cuerpo, aún podia sentía la mano del hombre en su brazo.

Caminó hasta el baño aventando el celular y las llaves contra la cama, abrió la llave dejando que el agua se calentara, miró su reflejo en el espejo sus ojos rojos por las lagrimas, siguiendo el camino de una de ellas que bajaba silenciosa hasta caer por su barbilla y perderse en el suelo del baño, se metió a la regadera aun con la ropa puesta sintiendo como esta se adhería a su piel como pegamento, se baño como regularmente lo hacía, esparciendo el shampoo por arriba de su ropa quitándosela hasta que ya había salido de la bañera, se puso una suave pijama y se adentro a la cama dispuesto a dormir.

Tal vez lo hubiese hecho, no es quw le faltas sueño o cansancio, las pesadillas era loq ue no le dejaban descansar, su cabeza maquinaba horrible escenario de que hubiese pasado si aquel rubio no hubiese llegado, muchas veces despertó asustado con el corazón en la mano buscando desesperadamente alguna persona en su habitación, mas no había nada, pensaba en llamar a alguien, mas no conocía mucha gente  en la ciudad y Michael no llegaría hasta dentro de dos días. La última de estas pesadillas le dejo despierto desde las 5 de la mañana dejando ver al pequeño omega el hermoso amanecer desde su ventana, sin duda agradeció la gran altura del edificio para poder ver aquellas hermosa vistas de la ciudad, el sol iluminando los grandes edificios que con sus cristales reflejaban esa misma luz haciendo que toda la ciudad tomase un brillo encantador.

Salió de la cama hasta cerca de las 12 del día cuando el calor entre las colchas se le empezaba a hacer molesto, se metió a bañar con canciones sonando en su celular siendo cantada con emoción en el en el baño, se cambio con normalidad y se alistó para salir.

Antes de salir de la habitación se regresó a mirarse al espejo quedando un poco más de lo necesario, viendo fijamente su reflejo en él, como poco a poco sus ojos se volvían cristalinos.

- Todo está bien - con la voz temblorosa aún mirándose se habla - Todo está bien Kai - una lágrima resbaló por la mejilla más fue limpiada con gran rapidez - Estamos bien - sonrió frente al espejo aun con los ojos un poco lloros más con una sonrisa tan falsa que parecía verdadera - ¿Estamos bien? - salió del baño lo más rápido que pudo abandonando su reflejo en el espejo.

Michael era el único que tenía carro, así que llamo un taxi, hablo un poco con el chico, un beta de aroma a kiwi muy agradable, le había caído bien así que el camino se hizo corto mientras se contaban alguna cosas que ambos conocían de la ciudad, los dos eran relativamente nuevos en la isla, ya que Kai pronto cumpliría los dos mese de estar por la ciudad.

- Gracias - se bajó del taxi despidiéndose del conductor para caminar hacia la estación pasando por la entrada donde todos hablaban, más el solo paso para entrar rápido de servicio.

Anotó su entrada en la computadora caminando rápidamente hacia los vestidores donde espero que todos se salieran del lugar para empezar a cambiarse con movimientos lentos y calmados, aun le dolía un poco el brazo, le tendría que decir a Gala, una amiga que había conocido la primer semana de llegada a la ciudad y se había convertido en su mejor amiga. Se terminó de poner las botas justo cuando se escuchaba como la puerta de los vestidores se abría.

No no no no no, Sigurd había entrado, camino rápido intentó pasar a su lado sin ser visto más una mano le tomó por el brazo tocándole la venda.

- Auuuu - llevé mi mano al brazo dañado viendo como la mirada un tanto asustada de Sigurd alejaba rápido la mano mi brazo mientras lo sobaba como si con esto parase el dolor.

- Te iba a preguntar como estaba pero veo que no muy bien - miro al menor esperando alguna contestación de su parte - ¿Te lo trataste?

- Un poco - miro los ojos contrarios.

- Como que un poco Kai - remarcó un poco las palabras alzando la voz sin llegar a gritar.

- Pues pues un poco un poco Thor ... Sigurd perdón - cómo es que este hombre me podía hacer sentir así de nervioso con tan solo hablarle, de verdad que si le tenía mucho miedo, aunque no era lo mismo que sentía cuando hablaba con el capitán.

- Venga siéntate - señaló una de las bancas en los vestuarios.

- Pero ...

- Sin peros Kai ... espera aquí - caminó hasta la puesta desapareciendo por ella, tuve la intención de desobedecer y salir corriendo del lugar, más Thor me daba miedo y si corría tendría que ser para irme fuera de la isla, porque si no seguro y moriría, si no a manos de Sigurd, seguro por un paro cardiaco por el miedo a el.

- Muy bien - salto del susto que le ocasiono la voz del mayor a su lado - Joder que no soy tan feo.

- No no es que yo yo estaba ...

- Déjalo Kai es un broma - le sonrió un poco sentándose al lado de su brazo lastimado - Venga déjame ver - espero a que me sacase con calma y algunas muecas de dolor la camisa que tanto trabajo me había costado ponerla - A ver - se acerco tomando mi brazo con suma delicadeza - Si que se ve mal - un gran moretón ocupaba gran parte de mi brazo junto con algunas heridas que supongo que habrán sido las uñas del hombre da la noche anterior.

- Auh - intente que soltara mi brazo más lo tenía bien agarrado - Duele - con mi otra mano intente que alejar el algodón con alcohol que acercaba de nuevo a la herida.

- Lo sé Kai pero hay que desinfectar - acercó el algodón más tapé la herida con mi mano sin tocarla para que el alcohol no llegase a ella - Con cuidado ... lo hago con cuidado.

- Vale ... pero con cuidado - Quite mi mano con calma dejándola descansar en mi pierna mientras mantenía mi vista en el noruego, desde aquella posición se veía bastante bien, su vista clavada y concentrada en la herida, su cabello apartado en un coleta y sus azules ojos tan claros como el mismo mar que tanto me gustaba admirar.

Y así lo hizo con sumo cuidado, se mantuvo durante un tiempo desinfectando con alcohol y luego colocó una pomada para poner una nueva venda.

- Vez esta vez no dolió tanto - si claro a él no le dolió, pero a mi me parecía que me estaba enterrando la uña en la herida.

- Gracias - tome con mi mano izquierda la camisa, levantado lentamente y con un poco de dolor la otra mano intentando colocarme la prenda, mas el dolor y la incomodidad no me dejaba, lo había intento de distintas formas mas no lo lograba, en algún punto no podía pasar las la prenda por mi cuerpo o el dolor era tan fuerte que lo intentaba por otro lado. Dirían que exagerado es solo unos rasguños , más estos rasguños habían sido hechos por un alfa, si para otro alfa eran dolorosos, para mí sino un omega el dolor podía como si me hubiesen partido el brazo.

- Deja que te ayudó - el rubio que se había mantenido a mi lado observando en silencio, se paró tomando la camisa de mis manos - Levanta las manos lo más que puedas.

Hice lo que pidió sintiendo como pasaba el cuello de la camisa por mi cabeza y luego por mis brazo siendo cuidadoso cuando paso su manos cerca de la venda, la siguió bajando hasta que su mano rozó levemente mi cintura mandando un corriente eléctrica por todo mi cuerpo, me paralice al instante, solo había sido un leve toque más me había puesto los pelos de punta, luego soltó la camisa dejando que se acomodará por la gravedad.

- Listo - se incorporó tomando el material que había utilizado para curarme - Voy a ver que hacen - camino hasta la puerta dejando el lugar como si huyera de algo.

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Perdón por la tardanza.

Estoy en proyectos finales de la escuela y quiera o no me dejan sin ganas de hacer nada. 

Gracias por leer <3 

Kaigurd - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora