Kaigurd - Omegaverse

17

El café no estaba surtiendo efecto, mientras veía a Sigurd cambias los canales de la televisión había bostezado ya varias veces, necesitaría un café más cargado.

- Kai hora de ir a casa- le hablo aun mirando con detenimiento las imágenes de la televisión.

- Noo - se levantó bostezando con intención de ir hacia la cafetera por otro café, más no pudo pasar de donde se encontraba sentado Sigurd ya que lo jalo hasta sentarlo a su lado silenciando la televisión  para voltear a verlo .

- ¿Por qué Kai? - miro al suelo, su cabeza empezaba a llenarse de los más horribles pensamientos que habían llegado a su cabeza a lo lardo del día, pero si se lo decía seguro y se reiría de él, pero tenía miedo, mucho miedo.

- Por nada - siguió mirando el suelo intentando para luego volver su caminata hacia su ansiado café.

- Vuelve aquí - un brazo  detuvo su paso tirando de él hasta sentarlo, más bien empujarlo de regreso al sillón , esta vez mas cerca del cuerpo contrario - Porque no quieres ir a casa a kai … ¿Que paso,? nunca estás hasta tan tarde trabajando, estás distraído, parece que estás en tu propio mundo, tu olor ha cambiado … ¿Que te sucede pequeño?- miró a Sigurd un momento para reclamarle por llamarle de esa forma, más la mirada preocupada que le dio fue suficiente para que se sintiese mal.

- Nada … nada ¿Vale? … es solo una tontería - sonrió un poco , manteniendo su mirada en el suelo.

- No es una tontería si te tiene así Kai - sintió como un peso se hacía presente en su espalda y luego se movía dándole un pequeño masajes en ella.

- Es solo que no se que hice … solo no lo se … tengo … tengo miedo - pasaba cada cierto tiempo tomando el valor y reteniendo el nudo que se formaba en su garganta, sin duda su hermano era uno de puntos más débiles de su vida.

- Estás bien Kai … ¿Si? - sintió como un brazo era posado en sus hombros - Yo puedo ayd… - se quedó callado mientras escuchaba como el capitán lo llamaba a su oficina.

- Quédate aquí .

- Pero …

- ¡Aquí! - su voz se hizo más profunda tomando aquel tono que ocupaba para dar una orden durante algún operativo.

- Okey - se echó para atrás en el sillón dejando descansar un poco su cabeza en el respaldo del mueble, escuchando como poco a poco los pasos del mayor se desvanecen subiendo por la escaleras a la segunda planta.

Su olor se mantuvo en la sala durante un rato, ¿Podía confiar en Sigurd tanto como para decirle sus más horribles miedos?, ¿Se burlaria de él?, ¿Porque sentía quella seguridad a sus lado?.

Se sentía tan  extraño, nunca había sentido con alguien con alguien que no fuese su familia, le gustaba ese sentir, pero a la vez no tanto, y si volvía a suceder lo mismo, no o podría, Sigurd no lo haría, ¿O si?