Kaigurd - Omegaverse

16

No quería volver al hotel, por alguna razón su cabeza no le dejaba de poner millones de razón, sin importación, para que no volviese al hotel, tenía miedo de que sus hermanos lo volviese a tratar de esa forma como en la mañana, así que cuando terminó su turno y la mayoría se marchó él decidió quedarse con la excusa de que quería ahorrar para un automóvil así que se quedaría algunas horas más, esto se convirtió en un cielo oscuro y poco movimiento en la ciudad.

Por lo que sabía había tres personas en servicio, Ethan, un compañero con el que no había coincidido lo suficiente y Sigurd que se encontraba ayudando a los EMS en el hospital de paleto.

El cansancio empezaba a pensar en el cuerpo y la falta, casi nula, llegada de alertas no le ayudaba mucho con mantener su cuerpo despierto, se había mantenido fuera mas el frio y sueño empezó a pesa en su ojos dejándolos cerrados más de lo normal.

A cada minuto que pasaba la idea de un rico y humeante café se hacía más tentadora. No dudo mucho más en dejar que su piernas caminaran hasta la sala de descanso para prepararse aquel café.

Tomo una capsula de café poniéndola en la cafetera caminando hasta poder tomar una de las tasas de los estantes, espero hasta que este se encontrase listo sirviendo el líquido en la taza acercando ésta a su nariz dejando que todo el olor le llenase entero los pulmones, olía delicioso.

- Que bien que huele no? - sintió como una mano era colocada en su cintura y luego como un cuerpo se pegaba detrás suyo.

- S si si que esta bueno - tartamudeo un poco sintiendo como su cuerpo se paraliza y un pequeño temblor empezaba a subir por su piernas - Si que h huele r rico - podía escuchar el latir de su corazón en las orejas.

- Me haces uno - le hablo al oído sintiendo como el aliento cálido del noruego en su cuello.

- U un un que? - con las manos temblando dejó la taza en el meso contra el que estaba apoyado.

- Un café Kai~ - asintió mientras intentaba moverse para tomar distancia con la excusa de alcanzar una taza para hacerlo - Ten - estiró su mano que aun estando pegado al cuerpo del menor alcanzando fácilmente aquel estante que para Kai era una misión de mil maniobras para alcanzar una mísera taza, sin duda aquellos centímetros de más le ayudaba bastante.

- G gracias - sentía como el filo de la mesa empezaba a enterarse un poco en su cadera por el peso del cuerpo rubio quien tenía sus manos ahora apoyadas a ambos lados del cuerpo contrario haciendo un tipo de prisión entre su cuerpo y la barra.

- T toma - le pasó la taza de café dando la vuelta en su propio eje con dificultad

- Gracias Kai - alejó su cuerpo lo suficiente como para tomar la taza entre sus manos, más aún invadía un poco el espacio personal de Kai.

Tomo de nuevo la taza entre sus manso intentando que el calor de la taza calentase sus mano que se habían puesto demasiado frías, talvez por los nervios que le ocasionaba el rubio que no lo dejaba de mirar, mas no alzo, fijando sus ojos verdes en la taza con el liquido de color oscuro humeante, como si este fuese la respuesta a los paradigmas del mundo.

- Que tal el servicio - hablo tranquilo, como si el extraño acercamiento de antes no hubiese sucedido.

- B bien ... tra tranquilo - tomó un sorbo del líquido caliente sintiendo como desciende por su garganta sintiendo el calorcito invadir su cuerpo, le encantaba el café, mucho más cuando el frío se mantiene presente en el edificio.

- Así... que bueno - se llevó la taza a su labios con un movimiento que fue seguido por los curiosos ojos verde que se quedaron viendo más de lo necesario los labios rosas del dios noruego, dijo Sigurd.

- Sii y tu que tal con los ems - intento mirarle directamente a los ojos escondiendo su nerviosismo y las ganas de volver su vista de los labios rosados.

- Bien, hay bastante gente pero no tantas mangueras.

- ¿Mangueras? ... del agua no como la de los camiones? - una sonrisa que no supo cómo identificar se plasmó en la cara del noruego.

- Algo así Kai ... pero en el hospital no había una que yo quería así que la pase algo mal - una mirad a un más rara le fue dirigida.

- Una manguera en específico... pero no todas son iguales - miro con duda al noruego alzando la cabeza por la diferencia de altura.

- No Kai no son las mismas ... hay una que me gusta mas a mi - lo miro extrañado más siguió del tema moviéndose para irse a sentar al sofá de la habitación escuchando como los pasos del mayor le seguían.

Pero a este que la pasaba, tenía complejo de chicle, o porque no se me despegaba.

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Al parecer se nos metió agua al barco, pero puede que si tenga solución.

Gracias por leer 💗