Levi siempre se sintió como un alfa distinto, como una pieza del puzle que no encajaba. Habiéndose rendido y pensando que su vida marchaba de acuerdo a lo correcto, de pronto aparece un omega capaz de romper su estabilidad.
Personajes de Hajime Isay...
Se sorprenden por tener un nuevo capítulo ¿verdad?😂😂😂 Pues aquí lo tienen.😌😌😌 Ni siquiera yo esperaba tenerlo tan pronto.😝😝😝
Pero antes dejenme enseñarles está imagen😎😎. Me parece maravillosa la amistad de ellos, o sea... Son geniales.🥺🥺🥺💕💕💕
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(Aviso spoiler) Solo diré que estoy indignada con lo que pasó con nuestra adorada Hange. 😭😥😭😥
Bueno, no les entretengo más, que cuando me pongo no paro🤣🤣🤣. Espero que lo disfruteis mis ávidos lectores.😘🥰😘
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Los días como aquel continuaron para Levi, quien no tuvo otra opción más que poner una excusa como el tener un simple resfriado para ausentarse del trabajo, aún si continuara trabajando desde su casa. No estaba dispuesto a que el impecable director Levi Ackerman tuviera una falla como un rut, y así pasaron los días hasta completar una semana.
Ahora sus ojos habían regresado a su azul cristalino, y no tenía nada que temer ante la expulsión de sus feromonas. Se podría considerar que su ciclo de calor finalmente le había dado tregua, pero por seguridad decidió descansar por un par de días más, como hoy.
Sin embargo, no podía borrar de su mente lo que tuvo que hacer para suprimirlo, y por mucho que lo negara ya nada tenía sentido, porque era evidente, lo disfrutó y lo disfrutaba mucho. Y pensar que había sido un omega quien lo hizo posible no hizo más que avergonzarlo mucho más, e incluso sentirse responsable de todo ello. En ocasiones se sentía tentado a hacerlo de nuevo, y uno de aquellos días, y al sentirse insatisfecho con solo sus dedos, compró un juguete que lo ayudara ante su falta de satisfacción.
Antes de poder siquiera meditarlo o ser tentado a hacerlo de nuevo, llamaron a su puerta entre golpes y alaridos trombóticos, y sabía a la perfección de quien se trataba.
- Leeeeviiiiiii - la mujer hablaba desde fuera y con un estridente y musical tono. El azabache desde el interior de su casa suspiró cansado, pero sabía que no tenía sentido pensar en no abrir, pues lo tendría que hacer tarde o temprano, aún si fuera por el escándalo que estuviera montando fuera - Por fin abres, ni que te hubiera comido un ogro - decía irrumpiendo en el hogar del azabache una vez abierta la puerta - Quise venir antes, pero sabiendo como eres durante el celo no lo vi recomendable. Te pones demasiado frenético, y tus feromonas me atosigan y afectan demasiado... - comentaba incluso haciendo imitaciones sobre su carácter gruñón - La verdad, me sorprendió mucho que— ¿Qué haces? - preguntó de pronto ante los movimientos extraños de su amigo. Y no era de extrañar porque era justo lo que estaba haciendo. Pero en esta ocasión fue debido a que necesitaba con urgencia ocultar ese mismo vibrador, pues a causa de su fallo lo había dejado a la vista, o al menos su envoltorio. Ya sea gracias a su cara neutral o su forma de ser, que su amiga olvidó de inmediato aquello ante la simple excusa que le dio y el repentino dolor de cabeza que le sobrevino - Entiendo... Pues para eso amigo mío no hay mejor remedio que éste - dijo sacando de su gran bolso una manta y una sopa que parecía pota.
